miércoles, 15 de marzo de 2017

¿Por qué nos permite Dios pasar por pruebas y tribulaciones?

Resultado de imagen de ¿Por qué nos permite Dios pasar por pruebas y tribulaciones?Una de las partes más difíciles de entender en la vida cristiana es el hecho de que ser un discípulo de Cristo no nos hace inmune a las pruebas y las tribulaciones de la vida. ¿Por qué un Dios bueno y amoroso nos permitiría pasar por cosas como la muerte de un niño, enfermedades y daños a nosotros mismos y nuestros seres queridos?, ¿dificultades financieras, preocupación y temor? Podíamos pensar que seguramente, si nos amara, quitaría todas estas cosas de nosotros. Después de todo, ¿no significa el amarnos que Dios quiere que nuestras vidas sean fáciles y cómodas? No, no es así. La Biblia enseña claramente que Dios ama a aquellos que son Sus hijos, y “todas las cosas les ayudan a bien.” (Romanos 8:28). Esto significa, entonces, que las pruebas y tribulaciones que Él permite en nuestras vidas son parte de las cosas que nos ayudan a bien. Por lo tanto, para el creyente, todas las pruebas y tribulaciones tienen un propósito divino.
Como en todas las cosas, el propósito sobresaliente de Dios es que seamos transformados más y más a la imagen de Su Hijo (Romanos 8:29). Esta es la meta del cristiano, y todo en la vida, incluyendo las pruebas y tribulaciones, está diseñado para permitirnos alcanzar esa meta. Es parte del proceso de la santificación el ser apartados para los propósitos de Dios y equipados para vivir para Su gloria. Se explica la manera en que las pruebas logran esto en 1 Pedro 1:6-7: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.” La fe del verdadero creyente se reforzará mediante las pruebas que experimentamos, para que podamos descansar en el conocimiento de que es real y va a durar para siempre.

Las pruebas desarrollan el carácter piadoso, y eso nos permite “…gloriarnos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” (Romanos 5:3-5). Jesucristo fue el ejemplo perfecto. “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8). Estos versículos revelan aspectos de Su propósito, divino, tanto por las pruebas y tribulaciones de Jesucristo como por las nuestras. El perseverar comprueba nuestra fe. "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13).

Sin embargo, debemos procurar NO excusarnos nunca por nuestras “pruebas y tribulaciones”, si son el resultado de nuestra propia maldad. "Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno." (1 Pedro 4:15). Dios perdonará nuestros pecados, y los de ellos, porque el castigo eterno ha sido pagado por el sacrificio de Cristo en la Cruz. Sin embargo, todavía tenemos que sufrir en esta vida las consecuencias naturales de nuestros pecados y malas decisiones. Pero Dios usa incluso los sufrimientos para moldear y formarnos para Sus propósitos y nuestro último bien.

martes, 14 de marzo de 2017

¿Es bíblica la seguridad eterna?

Resultado de imagen de ¿Es bíblica la seguridad eterna?Cuando alguien reconoce a Cristo como su Salvador, es llevado a una relación con Dios que garantiza su seguridad eterna. Judas 1.24 declara, “Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría”. El poder de Dios guarda de caer al creyente. Es asunto de Él, no está en nosotros presentarnos delante de Su gloriosa presencia. Nuestra seguridad eterna es el resultado de Dios guardándonos, y no de nosotros guardando nuestra propia salvación.

El Señor Jesucristo proclamó, “Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” (Juan 10:28-29). Ambos, Jesús y el Padre nos han sujetado firmemente en sus manos. ¿Quién podría arrebatarnos del Padre y del Hijo?

Efesios 4:30 nos dice que los creyentes han sido “sellados para el día de la redención”. Si los creyentes no tienen seguridad eterna, el sello realmente no sería para el día de la redención, sino solamente para el día de pecado, apostasía, o incredulidad. Juan 3:15-16 nos dice que todo aquel que cree en Jesucristo “tiene vida eterna”. Si a una persona se le promete vida eterna, pero luego se le quita, ésta, en realidad nunca fue “eterna”. Si la seguridad eterna no es verdadera, las promesas de la vida eterna de la Biblia son una equivocación.

El argumento más poderoso de la seguridad eterna se encuentra en Romanos 8:38-39, “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. La seguridad eterna está basada en el amor de Dios hacia aquellos a quienes ha redimido. Nuestra seguridad eterna ha sido comprada por Cristo, prometida por el Padre, y sellada por el Espíritu Santo.


¿Ministrar A Los Demás Según La Biblia? ¿Cómo se hace?

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. (2 Corintios 1:3-4)
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Hace muchos años una mujer visitó un orfanato y preguntó a la enfermera jefe: ¿Hay aquí algún niño que nadie haya querido adoptar? La enfermera respondió: ‘Si lo hay. Tenemos una niña de 10 años, poco atractiva, y es chepuda. La mujer dijo: ‘Ésa es la niña que quiero’. Treinta y cinco años más tarde, el director del Departamento de Inspección de Orfanatos de Iowa (EE.UU.) escribió el siguiente informe acerca de una institución estatal:
“Este lugar es excepcional. Está limpio, la comida es buena, los niños están muy bien cuidados y el ambiente es el mejor de todos los centros que hemos visitado. La enfermera responsable, Mercy Goodfaith, tiene un corazón que rezuma amor; tiene unos ojos tan hermosos que te hacen olvidar su cara amable o el hecho de que es jorobada”. Gracias a que una buena samaritana tuvo el valor y el amor para criar a una niña que otros desecharon, Mercy Goodfaith pudo más adelante compartir ese mismo amor con cientos de otros niños huérfanos.
Pablo dice: “…Dios nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación” (2 Corintios 1:3-4). Billy Graham añade: “Quienes más han sufrido son los que mejor pueden consolar a los demás … compadecerse de sus aflicciones gracias a lo que ellos mismos han pasado … El sufrimiento es difícil de sobrellevar, pero su propósito debería ser aprender todo lo que podamos de aquello que hayamos padecido para cumplir el ministerio de la consolación, como lo hizo Jesús. “Pues en cuanto Él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados” (Hebreos 2:18). El que sufre se convierte en consolador en el servicio al Señor.

Tentaciones

El enemigo no busca únicamente enseñorearse de síntomas; él va en pos de lo que produce dichos síntomas.
Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. 1 Pedro 5:8
Resultado de imagen de TentacionesHe aprendido, Señor, que el objetivo de Satanás al tentarme es apropiarse de mi voluntad. Esto se ve claramente cuando tentó a Jesús, quien es mi modelo. Nada más aceptar Jesús la voluntad del Padre en su bautismo, esa voluntad fue inmediatamente puesta a prueba en el desierto (Mateo 4.1-11). Cada una de las tres tentaciones fue cuidadosamente diseñada con el fin de debilitar la unión de Cristo con la voluntad de su Padre Celestial. Una vez que esa unión se logra debilitar, es solo cuestión de tiempo antes de que toda la defensa se desmorone en pecado.

Jesús estaba hambriento y cansado cuando Satanás lo buscó en el desierto. Las necesidades corporales
, cualquier tipo de necesidad, como alimento, descanso, recreo, u otra, a menudo son utilizadas como apertura para un ataque a la voluntad.

Lo Que Dios Puede Hacer Con Nosotros

«Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos». Hechos 2: 47
Resultado de imagen de Lo Que Dios Puede Hacer Con NosotrosEn los apóstoles que nuestro Señor escogió no había nada digno de admirar. Era evidente que el éxito de sus labores se debía únicamente a Dios. La vida de estos hombres, el carácter que adquirieron y la poderosa obra que Dios realizó en y mediante ellos, atestiguan lo que Él hará en aquellos que reciban sus enseñanzas y sean obedientes.
Cuanto más amemos a Cristo mayores bienes haremos. Si ponemos el yo a un lado, dejamos obrar al Espíritu Santo en nuestros corazones y vivimos una vida completamente consagrada a Dios, nuestra utilidad no conocerá límites. Dios está dispuesto a instruirnos día tras día, hora tras hora, con tal de que estemos dispuestos a soportar la disciplina necesaria, sin quejarnos ni desmayar por el camino. Él anhela revelar su gracia, y si estamos dispuestos a remover los obstáculos, Él derramará las aguas de salvación en raudales abundantes mediante los conductos humanos. Si motiváramos a los humildes a hacer todo el bien que pueden hacer, y nadie los estorbara, habría cien personas trabajando para Cristo donde hay actualmente una sola.

lunes, 13 de marzo de 2017

Te deseo Suficiente

Hace poco tiempo, estando en el aeropuerto, escuché por casualidad a una madre e hija que se estaban despidiendo.
Cuando anunciaron la partida del vuelo se abrazaron y la madre dijo:
“Te amo y te deseo lo suficiente”.
La hija respondió: “Madre, nuestra vida juntas ha sido más que suficiente. Tu amor es todo lo que he necesitado. También te deseo lo suficiente”.
Se saludaron con un beso y la hija partió.
La madre pasó muy cerca de donde yo estaba sentada, y noté que ella necesitaba llorar. Intenté no observarla para no invadir su privacidad, pero ella se dirigió hacia mí y me preguntó:
“¿Alguna vez se ha despedido de alguien sabiendo que era para siempre?”.
Sí, lo he hecho – respondí. – Perdón por preguntar – contesté -, pero ¿por qué esta despedida es para siempre?
Yo soy vieja, y ella vive muy lejos de aquí. La realidad es que su próximo viaje será para mi funeral.
Cuando se despidió de ella escuché que le dijo “te deseo lo suficiente”. ¿A qué se refería?
Comenzó a sonreír.
Eso es un deseo que hemos transmitido de generación en generación. Mis padres solían decirlo.
Hizo una pausa y miró hacia arriba, como si tratara de recordarlo en detalle. Luego sonrió aún más.
– Cuando decimos “Te deseo lo suficiente”, es que deseamos que la otra persona tenga una vida llena de SOLO lo suficientemente bueno para vivir.
Entonces, dirigiéndose hacia mí, ella compartió lo siguiente como si lo estuviera recitando de memoria:
“Te deseo que tengas suficiente sol para mantener tu espíritu brillante”,
“Te deseo suficiente lluvia para que aprecies aún más el sol”.
“Te deseo suficiente felicidad para que tu alma esté viva”.
“Te deseo suficiente dolor para que las pequeñas alegrías de la vida parezcan más grandes”.
“Te deseo que tengas suficientes ganancias que satisfagan tus necesidades”.
“Te deseo suficientes pérdidas para que aprecies todo lo que posees.”
“Te deseo suficientes bienvenidas para que logres soportar las despedidas”.
Luego ella comenzó a llorar y se alejó.
Se dice que:
lleva un minuto encontrar a una persona especial, una hora apreciarla, un día para amarla,
pero una vida para olvidarla.
 

El faro

… [El Señor concede] gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto. Isaías 61:3
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El mero hecho de la existencia de un centro misionero evangélico en Ruanda, llamado «Faro», representa la redención. Está ubicado en un terreno donde el presidente del país tenía una casa espléndida durante el genocidio de 1994. Sin embargo, esta nueva estructura fue construida por cristianos, para ser un faro de luz y esperanza. Alberga un instituto bíblico donde se prepara a una nueva generación de líderes cristianos, un hotel, un restaurante y otros servicios para la comunidad. De las cenizas ha surgido una vida nueva. Los que construyeron el Faro se inspiran en Jesús como su fuente de esperanza y redención.

Cuando Jesús fue a la sinagoga de Nazaret en el día de reposo, leyó del libro de Isaías y anunció que Él era el Ungido que proclamaba el favor del Señor (ver Lucas 4:14-21); el que había venido a sanar a los quebrantados y ofrecer redención y perdón. Jesús es la belleza que surge de las cenizas (Isaías 61:3).

Al descubrir las atrocidades que se cometieron durante el genocidio en Ruanda, que se cobró más de medio millón de vidas, no sabemos qué decir. Pero sí sabemos que el Señor puede redimir las atrocidades… aquí o en el cielo. Aquel que concede óleo de gozo en lugar de luto da esperanza en medio de las situaciones más sombrías.
Señor, muestra tu misericordia a los que sufren.
Jesús vino a traernos esperanza en medio de las circunstancias más oscuras.

Dios sana y salva

Estuve pensando en por qué, si Dios es todopoderoso para sanar al enfermo con una sola Palabra, a veces se demora en dar la sanidad.
No hay duda de que no es la voluntad de Dios que estemos enfermos, y Jesús lo dijo así:  “Yo no he venido a hacer mi voluntad, sino la voluntad del Padre que me envió.” Juan 6:38
Entonces: ¿Qué hizo Jesús mientras estuvo aquí en la tierra? Estuvo:
1.- Enseñando sobre el Reino de Dios
2.- Perdonando pecados
3.- Sanando enfermos
Dios-sana-y-salva-640Así es que si ésta no fuera la voluntad de Dios, Jesús no hubiera sanado a todos los enfermos que venían a sus pies.
Y vinieron a El grandes multitudes trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos y los pusieron a sus pies y El los sanó; Mateo 15:30
Hay decenas de pasajes en la Biblia demostrativos de que Jesús sanaba a los enfermos de una manera milagrosa, pero hay uno en particular,...
¿Recuerdas la curación del hombre al que sus amigos llevaron a Jesús?
Leamos con atención y descubramos qué fue lo que Jesús le dijo a esta persona que estaba paralítica.
Cuando Jesús entró de nuevo en Capernaúm varios días después, se oyó que estaba en casa. Y se reunieron muchos, tanto que ya no había lugar ni aun a la puerta; y El les explicaba la palabra.
Entonces vinieron y le trajeron un paralítico llevado entre cuatro hombres. Como no pudieron acercarse a Jesús a causa de la multitud, levantaron el techo encima de donde El estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que estaba acostado el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te son perdonados.”
Pero estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones: “¿Por qué habla éste así? Está blasfemando; ¿quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?”
Al instante Jesús, conociendo en Su espíritu que pensaban de esa manera dentro de sí mismos, les dijo: “¿Por qué piensan estas cosas en sus corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados, o decirle: ‘Levántate, toma tu camilla y anda’? Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados, dijo al paralítico: “A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.”
Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: “Jamás hemos visto cosa semejante.” Marcos 2:1-12

Compromisos antes y ahora

“Rut le contestó: ‘¡No me pidas que te deje y que me separe de ti! Iré a donde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios'” (Rut 1:16).

Aunque estaba al otro lado de la abarrotada sala, sabía exactamente lo que el pícaro de mi novio estaba haciendo: pidiéndoles permiso a mis padres para casarse conmigo. Lo supe en cuanto vi a mi madre dar un saltito y aplaudir suavemente. Estábamos en la fiesta sorpresa de sus bodas de plata y Greg había insistido en que viajáramos allí para la celebración.

Resultado de imagen de Ruth y Noemí
No supe que mis padres le importaban tanto hasta que fui testigo de la escena. Le dio la mano a mi padre como si acabaran de cerrar un trato. Y mi padre, con orgullo, le dio unas palmaditas en la espalda. Rápidamente, me giré e hice como si no hubiese visto nada, pero, inmediatamente, en mi corazón supe que Greg pronto me pediría que me casara con él.

En los tiempos de Rut, durante el período de los jueces, el proceso del compromiso matrimonial era mucho más complicado que solo pedir permiso al padre de familia.
Eran muchas las circunstancias, y si un esposo fallecía, el pariente varón más cercano se hacía cargo de la propiedad del fallecido y se casaba con la viuda. Cuando Rut conoció a Booz y quisieron casarse, tuvieron la suerte de que Booz era un pariente redentor de ella. Pero había otro hombre cuyo parentesco con Noemí era aún más cercano, de manera que tuvo que darle una oportunidad a ese hombre en primer lugar.