Estuve pensando en por qué, si Dios es todopoderoso para sanar al enfermo con una sola Palabra, a veces se demora en dar la sanidad.
No hay duda de que no es la voluntad de Dios que estemos enfermos, y Jesús lo dijo así: “Yo no he venido a hacer mi voluntad, sino la voluntad del Padre que me envió.” Juan 6:38
Entonces: ¿Qué hizo Jesús mientras estuvo aquí en la tierra? Estuvo:
1.- Enseñando sobre el Reino de Dios
2.- Perdonando pecados
3.- Sanando enfermos
Así es que si ésta no fuera la voluntad de Dios, Jesús no hubiera sanado a todos los enfermos que venían a sus pies.
No hay duda de que no es la voluntad de Dios que estemos enfermos, y Jesús lo dijo así: “Yo no he venido a hacer mi voluntad, sino la voluntad del Padre que me envió.” Juan 6:38
Entonces: ¿Qué hizo Jesús mientras estuvo aquí en la tierra? Estuvo:
1.- Enseñando sobre el Reino de Dios
2.- Perdonando pecados
3.- Sanando enfermos
Así es que si ésta no fuera la voluntad de Dios, Jesús no hubiera sanado a todos los enfermos que venían a sus pies.
Y vinieron a El grandes multitudes trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos y los pusieron a sus pies y El los sanó; Mateo 15:30
Hay decenas de pasajes en la Biblia demostrativos de que Jesús sanaba a los enfermos de una manera milagrosa, pero hay uno en particular,...
¿Recuerdas la curación del hombre al que sus amigos llevaron a Jesús?
Leamos con atención y descubramos qué fue lo que Jesús le dijo a esta persona que estaba paralítica.
¿Recuerdas la curación del hombre al que sus amigos llevaron a Jesús?
Leamos con atención y descubramos qué fue lo que Jesús le dijo a esta persona que estaba paralítica.
Cuando Jesús entró de nuevo en Capernaúm varios días después, se oyó que estaba en casa. Y se reunieron muchos, tanto que ya no había lugar ni aun a la puerta; y El les explicaba la palabra.
Entonces vinieron y le trajeron un paralítico llevado entre cuatro hombres. Como no pudieron acercarse a Jesús a causa de la multitud, levantaron el techo encima de donde El estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que estaba acostado el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te son perdonados.”
Pero estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones: “¿Por qué habla éste así? Está blasfemando; ¿quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?”
Pero estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones: “¿Por qué habla éste así? Está blasfemando; ¿quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?”
Al instante Jesús, conociendo en Su espíritu que pensaban de esa manera dentro de sí mismos, les dijo: “¿Por qué piensan estas cosas en sus corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados, o decirle: ‘Levántate, toma tu camilla y anda’? Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados, dijo al paralítico: “A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.”
Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: “Jamás hemos visto cosa semejante.” Marcos 2:1-12
Es un pasaje del cual podemos aprender mucho, pero prestemos atención al orden en que Jesús hace las cosas. Veamos:
Primero: Jesús perdonó los pecados del hombre, trayendo salvación a su vida. Y segundo: lo sanó, cuando le dijo: “Levántate y anda.”
El Señor puede y quiere sanarnos en lo físico, pero está más interesado en nuestro corazón, en sanarnos espiritualmente, trayendo sanidad a nuestra alma y regalándonos la Salvación para que así heredemos la vida eterna. Dios quiere que restauremos nuestra relación con Él, y eso solamente lo podremos lograr mediante lo que Jesús hizo en la cruz.
El Señor puede y quiere sanarnos en lo físico, pero está más interesado en nuestro corazón, en sanarnos espiritualmente, trayendo sanidad a nuestra alma y regalándonos la Salvación para que así heredemos la vida eterna. Dios quiere que restauremos nuestra relación con Él, y eso solamente lo podremos lograr mediante lo que Jesús hizo en la cruz.
Reconozcamos la necesidad que tenemos de Dios en nuestra vida, y pidamos el don de arrepentimiento por haber andado apartados de Él. Cristo nos perdonará y seremos salvados y sanados, para así, cumplir el propósito para el cual Dios nos creó.
El Señor es el Único que puede hacer el milagro que hoy necesitamos para nosotros o para algún familiar o amigo, acudamos a Él.
Para Él toda la gloria y la honra. Te bendecimos Señor.
Para Él toda la gloria y la honra. Te bendecimos Señor.
Bendice, alma mía, al Señor,
Y bendiga todo mi ser Su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
Y no olvides ninguno de Sus beneficios.
El es el que perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus enfermedades;
El que rescata de la fosa tu vida,
El que te corona de bondad y compasión;
El que colma de bienes tus años,
Para que tu juventud se renueve como el águila.
Salmo 103:1-5
Y bendiga todo mi ser Su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
Y no olvides ninguno de Sus beneficios.
El es el que perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus enfermedades;
El que rescata de la fosa tu vida,
El que te corona de bondad y compasión;
El que colma de bienes tus años,
Para que tu juventud se renueve como el águila.
Salmo 103:1-5
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