sábado, 20 de junio de 2020

Lo que Dios provee para su pueblo

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4:19
Generalmente, este precioso versículo se utiliza para referirse únicamente a la provisión de Dios en nuestras necesidades materiales, pero nuestro Dios es nuestro proveedor no solo de las cosas materiales, sino también como lo dice el versículo: En todo lo que nos falte, y eso también incluye lo espiritual. 
Dios provee para su pueblo - Lección #10 - Trimestre 1/2020 ...
Hemos de reconocer que, si algo nos está faltando a muchos cristianos en este tiempo de avance de la pandemia, son tres cosas: FE, PAZ Y ESPERANZA. ¿Como nos da el Señor estas tres cosas en nuestra vida? Veamos lo que nos enseña la palabra de Dios: 

I) SI LO QUE NOS FALTA ES LA FE (1 Pedro 1:7) 
La prueba que todos los cristianos experimentamos, es una prueba no para Dios pues Él lo conoce todo; es para que nosotros reconozcamos verdaderamente cómo está nuestra fe. Si con sinceridad nos damos cuenta que nos falta fe, ¿cómo suple el Señor la que nos falta? ● La fe viene por la palabra de Dios (Romanos 10:17) ● La palabra de Dios produce en nosotros crecimiento espiritual; para crecer en fe no podemos dejar de alimentarnos de la leche espiritual no adulterada. ● La fe viene como un fruto de nuestra comunión con el Espíritu Santo de Dios (Gálatas 5:22). 

II) SI LO QUE NOS FALTA ES PAZ 
No escondas de tu siervo tu rostro, porque estoy angustiado. ¡Apresúrate, óyeme! (Salmo 69:17). 
No podemos negar que, por las situaciones que estamos viviendo, por las noticias que llegan a nuestra vida y por los riesgos de los contagios y todo lo que esto significa, nuestro corazón fácilmente se llena de preocupación y de angustia. El versículo nos dice que el salmista se sentía angustiado, y debemos reconocer que la angustia no es una simple preocupación: Es un estado de intranquilidad o inquietud muy intensas, causado especialmente por algo desagradable o por la amenaza de una desgracia o de un peligro. Si con sinceridad nos damos cuenta que nos sentimos angustiados y que no hay paz en nuestro corazón, ¿cómo suple el Señor la que nos falta? ● La paz viene a nuestra vida, cuando ponemos nuestras preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios y confiamos en su cuidado para nuestra vida (Filipenses 4:6-7) ● La paz de Dios viene a nuestra vida, cuando nos humillamos delante de Dios, cuando reconocemos con humildad que tenemos temor, que nos sentimos preocupados y angustiados, y ponemos nuestras angustias en las manos del Señor (1 Pedro 5:6-7) ● La paz de Dios viene a nuestra vida cuando meditamos en las palabras de Dios, cuando nuestra mente persevera en las promesas de Dios para nosotros (Isaías 26:3) 

III) SI LO QUE NOS FALTA ES ESPERANZA (Eclesiastés 2:20). 
Muchos en este tiempo de pandemia y cuarentena están con el corazón desesperanzado, pero ¿qué es la desesperanza? ¿Cómo la identifico en mi corazón? La desesperanza es cuando llegamos a pensar que todo, absolutamente todo está perdido, es decir, llegar a un punto en donde se da por sentado que nada de lo que se haga puede cambiar las cosas. Y se manifiesta en una actitud de apatía, sensación de vacío, desmotivación, aburrimiento crónico, etc. Si con sinceridad nos damos cuenta que nuestro corazón se ha llenado de desesperanza, ¿cómo suple el Señor la que nos falta? ● Primeramente tenemos que comprender que la esperanza viene de una decisión que solamente nosotros podemos tomar (Salmo 142:5), es decir, que reconocemos que no podemos cambiar la situación, pero Dios sí puede, y por eso decidimos poner nuestra confianza y nuestra esperanza en Él. ● Muchas veces nos sentimos desesperanzados porque nuestras esperanzas las hemos puesto en lo humano, en lo terrenal, y se nos vuelve difícil poner nuestra confianza y nuestra esperanza en lo que no vemos,... pero así tiene que ser. Dios nos llena de esperanza cuando, aunque no lo veamos, decidimos confiar en Él (Romanos 8:24-25).


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