Josué 1:1-2 Aconteció después de la muerte de Moisés, siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, y le dijo: 2 «Mi siervo Moisés ha muerto. Ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, hacia la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.
La historia de Israel hasta ese momento estaba por ser definida. Ellos se encontraban a punto de cruzar la frontera en su proceso de errantes, a la tierra que Dios les prometió. Justo en ese momento, su líder Moisés muere, lo que deja un gran vacío muy difícil de llenar, en una etapa de transición bastante compleja. Entonces Dios le habla a Josué y le dice que él es el elegido para guiar a la nación.
Pensemos por un momento lo que cruzaba por la mente de Josué, y no solo eso, además tenia que lidiar con el dolor de haber perdido un amigo y un mentor; ciertamente no era un momento ideal como para asumir retos; sin embargo, Dios le hace el llamado precisamente en estas circunstancias.
Posiblemente esta historia nos deje una gran enseñanza para nuestras vidas, una enseñanza de cómo el creyente puede vencer lo adverso de su situación.
¿Cómo puede el creyente hacerlo? El creyente puede vencer lo adverso de su situación de la siguiente manera.
I. Necesita levantarse
a) Cuando el señor llamo a Josué, tal vez no era el mejor momento en su vida, y mucho menos para conquistar un territorio que exigía tanto como Canaán. Moisés su mentor había muerto, y la tierra rayaba en lo imposible de conquistar.
Sin duda alguna Josué estaba desanimado, y por esto mismo Dios le dijo “Levántate”; le estaba hablando a su espíritu en el sentido de confrontarlo, de abandonar ese estado. Es decir, lo primero que él tenía que hacer es aceptar cuál era su condición, para que de esa forma y con el apoyo de Dios, su situación cambiara radicalmente.
b) Mas Josué no podía sentir ese sentimiento de desánimo; una nación dependía de su liderazgo y capacidad. Necesitaba obedecer la voz de Dios
c) Al igual que Josué, cuando hay un gran reto delante de nosotros es cuando menos capaces nos sentimos. Sin embargo quien dice levántate y esfuérzate es Dios, y no lo dice a la ligera, lo dice acompañado de una gran convicción para nuestras vidas.
d) Por lo que tenemos que levantarnos, dejar ese estado de desánimo y hacer frente a nuestras circunstancias; no para vencer con nuestras fuerzas sino con las que Dios nos proporcione.
II. Necesita pasar el Jordán
a) El Jordán, a pesar de no ser de los principales ríos del mundo por su tamaño, para Josué sí era todo un obstáculo. En ese momento estaba desbordado y no había manera de cruzar tanta gente, era un verdadero problema.
b) Josué estaba a punto de pasar de un lugar a otro física... y espiritualmente. Pasaría de ver algo imposible para él, a una victoria total para Israel. Sus incapacidades Dios las transformaría en éxitos y victorias.
c) ¿Cuál es tu Jordán? Dios quiere que tengamos esa transición.
d) Necesitamos tomar la decisión de pasar el Jordán, es una transición que debemos elegir, Dios no nos obligará, necesitamos ser valientes.
Aplicación:
Si en ocasiones sentimos desánimo, pensemos que no es algo raro, pero no debemos dejar que nos destruya. Dios es el que hoy te dice: Levántate y pasa este Jordán.
Cuando es Dios quien lo dice, podemos tener la seguridad de que no solo nos motiva sino que nos proporciona todos los recursos para hacerlo.
Conclusión:
Nadie quiere ser vencido por sus circunstancias, por lo que debemos entender que necesitamos levantarnos de cualquier desánimo que exista en nuestras vidas y tomar la firme decisión de ser llevados en una transición en las manos de Dios.
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