“Aconteció después de la muerte de Moisés, siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.” Josué 1:1-2 (RVR1960).
Es curioso el llamamiento del Señor a Josué. En él vemos que DIOS simplemente le dice "ve y cruza este Jordán y lleva al pueblo a la tierra prometida". ¿Se imaginan la sorpresa de Josué, al tener que asumir esa tremenda responsabilidad de buenas a primeras? No era nada fácil lo que se le había encomendado. De hecho DIOS podía ver el temor que había en el corazón de Josué, y por eso le dijo estas palabras: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.” Josué 1:5 (RVR1960).
DIOS a quien llama respalda, y por eso inmediatamente después de asignarle esta labor, le dice estas palabras a Josué que comenzaron a cambiar su mentalidad. Cuando el Señor nos pide que nos levantemos es porque ya llegó el tiempo, el tiempo de servirle, de hacer lo que Él nos ha encomendado, de comenzar a movernos en el llamado que Él nos ha hecho.
Por lo que no solo es el llamamiento, sino que DIOS comienza a bendecir y a dar instrucciones a Josué. No se trataba nada más de que cruzara el Jordán, sino además de lo que él necesitaba para hacerlo. “Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.” Josué 1:6 (RVR1960).
Ardua tarea debía hacer Josué; por esta razón se le instaba a que se esforzara y fuera valiente. En ningún momento el Señor le dijo que sería algo fácil, sino que de cierta forma lo estaba preparando para lo que venía. DIOS no llama a personas perfectas, Él llama a personas imperfectas para perfeccionarlas. Por esto el Señor instruye a Josué diciéndole: “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.” Josué 1:7 (RVR1960).
Vemos claramente que no se trataba solamente de llevar al pueblo y repartir la tierra. El verdadero llamado de Josué era el de guardar la ley y hacer conforme a lo que ésta establecía, y si cumplía con esa labor tendría éxito en la misión que se le había impartido. DIOS quería que Josué fuera fiel y que guardara sus mandamientos. Si él no hubiese cumplido con ese llamado, con ese mandato, ni siquiera hubiesen podido cruzar el Jordán. Por eso DIOS nuevamente le insistía a Josué en lo mismo: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:8 (RVR1960).
DIOS quería que Josué se esforzara y fuera valiente, no tanto por recibir lo que Él les había prometido, llevar al pueblo y repartir la tierra, sino por guardar los mandamientos. Hay que ser muy esforzado y valiente para esto, para hacer conforme a lo que Él nos ha establecido, hay que ser valiente para renunciar al pecado y para no volverse atrás y seguir avanzando. Esto era lo que en realidad DIOS quería, lo que en realidad buscaba de Josué; alguien que fuera capaz de obedecer, de seguir adelante, de confiar sin dudar en lo que DIOS le había dicho, alguien capaz de tener fe y de creer.
Tienes que ser esforzado y valiente para creer y estar convencido de algo que no ves y que ni por asomo parece que sucederá. La fe de Josué hizo que él creyera, y que el pueblo cruzara el Jordán y llegaran a la tierra prometida.
Tu éxito depende de tu obediencia, de tu fe y de tu confianza en el Señor.
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.”
Josué 1:9 (RVR1960)
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