domingo, 8 de enero de 2017

La misión de Timoteo

“…Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza, a Timoteo, mi verdadero hijo en la fe: Que Dios el Padre y Cristo Jesús nuestro Señor te concedan gracia, misericordia y paz. Al partir para Macedonia, te encargué que permanecieras en Éfeso y les ordenaras a algunos supuestos maestros que dejasen de enseñar doctrinas falsas y de prestar atención a leyendas y genealogías interminables. Esas cosas provocan controversias en vez de llevar adelante la obra de Dios que es por la fe. Debes hacerlo así para que el amor brote de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera. Algunos se han desviado de esa línea de conducta y se han enredado en discusiones inútiles. Pretenden ser maestros de la ley, pero en realidad no saben de qué hablan ni entienden lo que con tanta seguridad afirman…” 1 Timoteo 1:1-7 (NVI)
Resultado de imagen de La misión de TimoteoEn momentos en los que la Iglesia se veía expuesta a la intromisión de muchas doctrinas erróneas, una de las misiones esenciales era evitar que causaran daño al interior de los creyentes. Esa era la labor que el apóstol Pablo, dice, le correspondía a Timoteo. Las doctrinas que estaban circulando eran extrañas y distanciaban al pueblo del Dios del poder y de la gloria en los cuales habían creído.
a) La misión de Timoteo: cuidar a los creyentes de doctrinas extrañas (vers. 3)
  • Las doctrinas extrañas nos conducen al error (vers. 3b).
  • Las doctrinas extrañas nos conducen a propagar el error (vers. 3b).
  • Las doctrinas extrañas amenazan con distanciarnos de Dios (vers. 3b).
Es necesario permanecer alerta frente a las doctrinas extrañas.
b) La misión de Timoteo: promover el Plan de Dios (vers. 4)
  • El Plan de Dios se ve entorpecido por el falso conocimiento (vers. 4a).
  • El Plan de Dios se ve entorpecido por discusiones que no conducen a nada (vers. 4 b).
  • El Plan de Dios se ve entorpecido por quienes distorsionan la verdad (vers. 4b).
  • El Plan de Dios se sustenta en la fe (vers. 4b).
c) La misión de Timoteo: defender la verdadera fe en el creyente (versos 5-7)
  • El amor se manifiesta en el corazón limpio (vers. 5a).
  • El amor se manifiesta en una conciencia limpia (vers. 5b).
  • El amor se manifiesta en una fe no fingida (vers. 5c).
  • Quienes no guardan amor siguen vanas discusiones (vers. 6).
  • Quienes no guardan amor se encuentran sumidos en la ignorancia de la fe (vers. 7).
Conclusión:
Al igual que en el primer siglo, hoy abundan doctrinas erradas que antes que contribuir, destruyen.
Cada uno parece que defiende su propia convicción teológica y no concibe que, a la luz de las Escrituras, se pueda estar equivocado.
Como cristianos tenemos la obligación fundamental de velar por la sana doctrina, es decir, aquella que está enmarcada en lo que dicen las Escrituras y nada más.

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