Génesis 1:2 La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios iba y venía sobre la superficie de las aguas.
Dios vino al ser humano y encontró en él una tierra en un total caos (su corazón), en desesperanza, sin consuelo, abrumado por sus problemas; la oscuridad nublaba su vista y su entendimiento ocasionando en su vida un caos total. Pero había una esperanza para el ser humano. El Señor Espíritu Santo estaba sobre nosotros mirando nuestra situación y dijo Dios: es necesario llenar al hombre de amor, vamos a derramar sobre él nuestra misericordia para que logre alcanzar la salvación.
Juan 3:16 Amó tanto Dios al mundo, que no paró hasta dar a su hijo unigénito; a fin de que todos los que creen en él no perezcan, sino que vivan vida eterna. 17 Pues no envió Dios su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que por su medio el mundo se salve.
Hoy en día el ser humano anda buscando saciar su alma, encontrar la paz y el amor, pero no se recuerda que Jesús dijo: Venid a mí todos los que estéis cargados y cansados y yo os haré descansar. Mateo 11;28. Es una promesa de Jesús el hijo de Dios, enviado para poder alcanzar salvación y vida eterna, ya que por la misericordia de Dios y el amor hacia nosotros los seres humanos, preparó el plan perfecto de salvación y vida eterna, enviando a su hijo amado a tomar nuestro lugar, condicionado, eso sí, a que sea una decisión de cada uno el ser libre, feliz y vivir en paz con todos los que le rodean. Tú tienes libre albedrío, y solo tú puedes decidir recibir y aceptar a Jesús como tu único y suficiente salvador.
En el corazón del ser humano hay un vacío, un espacio que aún no ha podido llenar, y éste, con el afán de ser feliz, lo llena con muchas cosas perecederas, cosas mundanas que tienen caducidad; no así el gran amor y la misericordia de Dios, nuestro padre Celestial. El ser humano, en su afán de encontrar la verdadera felicidad, comete grandes errores, llena el vacío de su ser interior con licor, drogas, violencia, marihuana, mujeres fáciles (adulterio, fornicación), armas, malas compañías, actitudes deshonestas (extorsión, tráfico de drogas, niños, mujeres, etc.), ansias de poder (amasar riquezas) y muchas cosas más que un día desaparecerán; y aún así todo esto no lo llena, no lo satisface, no lo hace feliz porque todo esto es pasajero, y todo lo pasajero tiene un tiempo de vida y caduca, y ya no sirve para nada. Pero Jesús nos dejó la enseñanza de que Él era el todo, el complemento de todos, y el único que puede a la perfección llenar el vacío del corazón de los seres humanos.
Efesios 1:20 dice que Dios operó en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales, 21 muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no solo en este mundo sino también en el venidero. 22 Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. 23 Ésta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo.
Dios Padre sentó a Jesús a su derecha dándole autoridad y poder; nuestro Padre le dio a Jesús, su hijo amado, potestad y pleno dominio sobre todas las cosas. Él es Señor sobre toda autoridad, potestad y cualquier dominio. Jesús tiene el poder absoluto sobre todas las cosas, y cuando tú tienes ese vacío en tu corazón, Él es el que complementa tu vida; Él mismo dijo: Sin mí nada podréis hacer. Él es la plenitud, Aquel que lo llena todo por completo, no hay nadie más en este mundo o universo que pueda llenar el vacío de tu corazón, solo Jesús es el complemento perfecto para la vida de todo ser humano, no hay nadie más. Él es el único nombre dado a todos los hombres en el cual hay salvación y vida eterna. Jesús mismo dijo: aquel que tiene al Hijo también tiene al Padre y, por ende, también tiene al Señor Espíritu Santo, y está lleno por completo del amor y poder de Dios
Porque nuestro cuerpo es un templo del Espíritu Santo de Dios, y Él es el único que lo puede llenar a la perfección, 1ª. Corintios 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? 17 Si alguno destruye el templo de Dios, él mismo será destruido por Dios; porque el templo de Dios es sagrado (santo), y vosotros sois ese templo.
Dios quiere habitar en lo más intimo y secreto de tu ser y ese lugar es tu corazón. Él quiere estar presente en el corazón de todo ser humano, y cuando Dios no mora en el corazón, cuando Él no ocupa el lugar que le pertenece se crea un gran vacío que todos queremos llenar con cosas vanas, mundanas y que, al contrario de darnos la verdadera felicidad, día a día nos destruyen, nos deprimen, nos consumen y nos alejan de Dios. Cuando uno tiene hambre, siente un vacío en su estomago que a veces provoca dolor, y tiene que ser llenado para que ese dolor desaparezca, para que desaparezca esa sensación de insatisfacción, que, insaciable, debe ser llenado con comida para que desaparezca el dolor del vacío interior. Pues de igual manera, en todo ser humano hay esa sensación grande de llenar el hueco de su corazón, y este lugar el único que lo puede llenar a la perfección sin que quedes insatisfecho es Dios. Ora constantemente, lee la palabra de Dios que es nuestro pan diario y congrégate para escuchar la palabra de Dios y crear fe en tu corazón porque la fe viene por el oír.
Porque cuando Dios vive dentro de tu corazón, Él te dará la verdadera felicidad y llenará tu vida por completo para que puedas vivir una vida plena.
Juan 4:14 Antes el agua que yo le daré, vendrá a ser dentro de él un manantial de agua que manará sin cesar hasta la vida eterna.
La verdadera satisfacción brotará de tu interior convertida en gozo, paz, alegría... Un corazón lleno de gozo y amor para dar a otros necesitados igual que nosotros y así permanecerá por siempre.
Job 8:20 Dios no rechaza a quien es íntegro, ni brinda su apoyo a quien hace el mal. 21 Pondrá de nuevo risas en tu boca, y gritos de alegría en tus labios. 22 Tus enemigos se cubrirán de vergüenza, y desaparecerán las moradas de los malvados.
Debemos venir ante Dios y reconocer nuestra necesidad de su presencia en nuestras vidas. Cuando Dios es el centro de tu corazón y mora en ti, Él pondrá de nuevo risa en tu boca y gritos de júbilo y alabanza saldrán de tus labios, porque donde mora el espíritu de Dios ahí hay libertad, una verdadera libertad para vivir sin temor, sin miedo y con esperanza.
2ª Corintios 3:17 Porque el Señor es Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
Atrévete a ser feliz, deja entrar a Jesús a tu corazón porque Él traerá consigo a Dios Padre y al Señor Espíritu Santo, para poder llenar por completo tu vida y podrás vivir una vida llena de satisfacciones en Cristo Jesús.
Dios te bendiga y te guarde hoy y siempre hasta la venida de nuestro amado Jesús.
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