sábado, 20 de mayo de 2017

¡Ni te lo imaginas!.... Nunca sabes quién te salvará la vida

«Vayan a ver a mi siervo Job. Mi siervo Job orará por ustedes, y yo aceptaré su oración y no les haré ningún daño, aunque se lo merecen por no haber dicho la verdad acerca de mí, como lo hizo mi siervo Job» (Job 42: 8).
Resultado de imagen de ¡Ni te lo imaginas!.... No sabes nunca quién te salvará la vidaMe pasé la tarde burlándome de él y no tenía ninguna intención de dejar de hacerlo. Mi amigo Sheldon y yo estábamos en el gimnasio, viendo un partido de baloncesto. Yo me burlé de él y lo avergoncé durante toda la primera mitad, y él no había dicho ni una palabra. De pronto vi que su mano se acercaba rápidamente a mi cara; me quedé petrificada. «¿Será capaz de pegarme?», me pregunté.

Una millonésima de segundo después oí el ruido fuerte de la palma de una mano golpeando un balón. Yo no estaba mirando a los jugadores en aquel momento, así que no había visto que la pelota volaba directamente hacia mi cara. Me hubiera dado si no hubiera sido porque Sheldon la paró. Entonces pensé: «Yo burlándome de él, y él me acaba de salvar».

Los tres amigos de Job, Elifaz, Bildad y Sofar tuvieron una experiencia similar. Estuvie
ron mucho tiempo criticando a Job, pero al final Job los salvó. Debido al concepto equivocado que los tres tenían de Dios, estaban seguros de que Job había pecado, o de lo contrario no le hubieran ocurrido tantas desgracias. Por eso lo acusaron, lo criticaron y le pidieron que admitiera sus pecados. Durante todo ese tiempo Job se defendió diciendo que era inocente y que siempre había sido fiel a Dios. Pero sus amigos insistían en que las cosas malas solo le pasan a la gente mala.

Al final Dios «habló a Job en medio de la tempestad» (Job 38: 1), quien después de haber sido interrogado, se volvió hacia sus tres amigos. Estaba enfadado con ellos porque no habían hablado bien de él. Entonces Dios le pidió a Job que orara por ellos y Él aceptaría su oración. Después de todo el dolor que ellos le habían causado en aquellos momentos ya de por sí dolorosos para Job, él tuvo que interceder por ellos. ¡Y lo hizo!

Qué interesante que solo después de que Job ora por sus amigos, Dios comienza a restaurarle a su antigua posición.

Posiblemente ni te lo imagines, pero algunas de las personas a las que tratas mal, pueden ser las que oren por ti y te defiendan cuando lo necesites. Por eso ten cuidado a quién criticas, de quién te burlas o a quién das por asentado; nunca sabes a quién necesitarás cuando tengas problemas.

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