lunes, 22 de mayo de 2017

Las tinieblas y el fuego eterno

Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas. Juan 3:19
Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, no sea que os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde vaJuan 12:35
de-las-tinieblas-640Mientras estamos en esta vida, podemos andar en tinieblas. Éstas pueden ser o no ser momentáneas: mientras nos encontramos con Cristo, cuando nos alejamos de Él, o cuando no hacemos lo que nos corresponde.
Pero la esperanza es que, en cuanto nos encontramos con El Señor o recapacitamos para servirlo y cumplir Su Propósito, pasamos de las tinieblas a Su luz admirable.
Estando en la Luz, no solamente andaremos en las obras que Él preparó de antemano para que andásemos en ellas, usando las finanzas, los talentos y dones para servir y glorificarlo, sino para vivir también, en el gozo de la salvación.
El fuego eterno, en cambio, se refiere a un lugar de tormento eterno en donde ya no hay más vuelta para atrás. Jesús se refiere a este lugar como el infierno, al cual muchas personas irán al final de los tiempos si deciden rechazar el regalo de la Salvación, un regalo inmerecido que nos es dado por gracia por medio de la fe y que no depende de lo que hagamos o dejemos de hacer.
Jesús nos cuenta algunas parábolas para darnos a conocer lo que nos llevará a las tinieblas mientras estamos como peregrinos en esta tierra; y otras, en las que habla del final de los tiempos, y cómo es que las personas serán separadas en dos grupos: unos irán a la presencia del Señor, y otros al fuego eterno o infierno.
En la Parábola de los Talentos, Mateo 25;14-30 Jesús nos muestra por qué iremos a las tinieblas; pero aún ahí, podemos recapacitar y decidir hacer lo que tenemos que hacer; en el fuego eternoya no. La Salvación todavía no está perdida.
En las tinieblas todavía puede resplandecer la luz. Dios Padre nos puede sacar de ahí y trasladarnos al reino de su Hijo amado.
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable1 Pedro 2:9
Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado, en quien tenemos redención: el perdón de los pecados. Colosenses 1:13-14
Una vez que sea el fin de los tiempos o muramos, será demasiado tarde para arrepentirnos y recibir el regalo de la Salvación.
Dios nos puede enviar a un lugar de tinieblas, pero en cualquier momento podemos volver en sí para decidir ir a la Luz, a Jesús. Las tinieblas y el fuego eterno o infierno, no son lo mismo.
En cambio, una vez que hayamos sido arrojados al fuego eterno o al lago de fuego, ya no tendremos la oportunidad para arrepentirnos y encontrarnos con El Señor cara a cara en el cielo o en el paraíso.

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