miércoles, 22 de marzo de 2017

¿Qué está pasando en la tierra?

En nuestro intento por encontrarles sentido a las noticias mundiales y a los sucesos de actualidad, necesitamos evitar con todo cuidado dos extremos: El primero es el sensacionalismo.
A veces, en nuestra desesperación por comprender lo que está sucediendo en el mundo, nos podemos volver excesivamente crédulos, y las afirmaciones sensacionalistas nos pueden desviar con facilidad. Entre los sensacionalistas más distinguidos se hallan los que le fijan fechas a la venida de Cristo; los que siempre están tratando de identificar al anticristo, y los que tratan de convertir cada terremoto, enfermedad, desastre o pelea entre naciones en una señal de los últimos tiempos. Para demasiados fanáticos de las profecías, prácticamente todo lo que sucede es señal de que está cerca la venida del Señor.
¿Qué está pasando en la tierra?
¿QUÉ SEÑALES?
El otro extremo que debemos evitar en tiempos como los que corren, es el de burlarnos de las señales de los tiempos. Si comparamos al sensacionalismo con la propaganda excesiva a favor de un producto, la burla equivaldría a todo lo contrario, la falta de propaganda. Hoy en día son muchos los que reaccionan de forma negativa ante toda conversación acerca de las señales de los últimos tiempos. Dicen que es necio e injustificado buscar tendencias y desarrollos que señalen hacia el escenario de los últimos tiempos descritos en las Escrituras, o incluso hablar de ellos.
Pero, ¿está justificada esta manera negativa de ver las cosas? Jesús reprendió seriamente a los líderes religiosos de sus tiempos por su ceguera ante las señales de su primera venida:
Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase una señal del cielo. Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas que sabéis distinguir el aspecto del cielo, mas las señales de los tiempos no podéis! (Mateo 16:1-3)
Él estaba cumpliendo las profecías del Antiguo Testamento y realizando los milagros que estaba profetizado que haría el Mesías ante sus propios ojos; sin embargo, ellos seguían ciegos a las claras señales de su primera venida.
De igual forma, hoy hay muchos líderes religiosos que están siguiendo el mismo triste esquema de mantenerse ciegos a las cosas que están pasando en el mundo relacionadas con el programa de Dios para la segunda venida de Cristo.
LA PREPARACIÓN DEL ESCENARIO
Otra forma de comprender las señales de los tiempos es imaginarse que uno está viendo un drama. Aún no se ha abierto el telón para que comience el primer acto, pero desde su asiento en medio del público, usted puede oír sonidos detrás del telón. Están preparando el escenario para que comience el drama. Están poniendo los accesorios en su lugar, y los actores están ocupando sus puestos. Estos sucesos no son el drama por sí mismos; son la preparación natural y necesaria para él. Cuando oímos que están preparando el escenario, aumenta nuestra expectación por el momento en que se levante el telón.
Pues de igual forma, Dios ya tiene escrito el guión de los últimos tiempos, y está preparando la escena del mundo para este drama de los siglos. El telón sigue cerrado, pero los sucesos mundiales se están produciendo, y los actores están asumiendo sus papeles para que comience el drama. Antes que se levante la cortina, la iglesia será levantada por los aires para reunirse con el Señor en el arrebatamiento. Algún tiempo después del arrebatamiento, el anticristo va a llegar al escenario mundial. En ese momento, todas las partes y todos los actores estarán en su lugar, y comenzará el drama final de los tiempos.
Thomas Ice y Timothy Demy, respetados expertos en profecía bíblica, nos proporcionan un excelente resumen de este punto de vista:
«Las profecías bíblicas se relacionan con un tiempo posterior al arrebatamiento (el período de siete años de tribulación). Sin embargo, esto no significa que Dios no esté preparando el mundo para ese tiempo futuro durante la era presente de la iglesia; de hecho, lo está haciendo. Pero esto no es el cumplimiento de las profecías bíblicas. O sea, que aunque las profecías no se cumplan en nuestros días, eso no significa que no podamos seguir unas tendencias generales en la preparación actual para la tribulación que vendrá, sobre todo porque ésta sigue inmediatamente al arrebatamiento.
A este enfoque lo llamamos la preparación del escenario. De la misma manera que muchas personas preparan por la noche la ropa que van a usar al día siguiente, en este mismo sentido Dios está preparando al mundo para el cumplimiento cierto de las profecías en un tiempo futuro. La Biblia proporciona profecías detalladas acerca de los siete años de la tribulación. De hecho, Apocalipsis da un bosquejo detallado y continuo de los principales actores y acontecimientos. Usando el Apocalipsis como marco, el estudioso de la Biblia puede armonizar los centenares de pasajes adicionales que hablan de los siete años de la tribulación hasta formar un claro modelo del próximo período de tiempo para el planeta tierra. Con un modelo así como guía, podremos ver que Dios ya está preparando o estableciendo la escena del mundo en la cual se va a desarrollar el gran drama de la tribulación. De esta forma, ese tiempo futuro arroja sombras de expectación sobre nuestros propios días, de tal forma que los sucesos de la actualidad nos proporcionan señales discernibles de los tiempos».
La segunda venida de Cristo a la tierra al final de la tribulación, la van a preceder muchas señales muy concretas que aparecen indicadas en las Escrituras. Cuando aparezcan esas señales sabremos que la fecha se acerca. Es como la Navidad, que durante muchos meses del año se menciona, pero cuando llegamos al mes de noviembre se comienzan a ver señales de la Navidad por todas partes; aún no ha llegado, pero sabemos que la Navidad se acerca.
Tal vez no pase mucho tiempo antes que el mundo oiga la orden de abrir el telón.

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