jueves, 16 de marzo de 2017

Ayudémonos

Por mis propias fuerzas, yo solo no puedo llevar a este pueblo; ¡es demasiado trabajo para mí!  Si vas a seguir tratándome así, mejor quítame la vida. ¡Me harías un gran favor! ¡Ya tengo suficientes problemas con esta gente! Números 11:14-15 (Traducción en Lenguaje Actual).
Resultado de imagen de AyudémonosCierto es que ninguna persona es totalmente autosuficiente, siempre necesitamos el apoyo o la ayuda de los demás, como en este caso Moisés, quien lideraba al pueblo de Israel, los cuales no eran nada obedientes, quienes se revelaban en contra de Dios y de Moisés.
Posiblemente al principio de las cosas que emprendamos todo parezca fácil, y que parezca que nada se nos escapará de las manos, pero llega el momento en que se te exige más en esa labor que estás llevando a cabo, tanto que ya no sabes qué hacer,... Claro está que tenemos un Dios que es nuestra fortaleza y que todo lo podemos con Él, pero también es cierto que nos creó para ser ayuda y bendición para los demás.
¨Dios le respondió a Moisés: Reúne de entre el pueblo a setenta ancianos que sean líderes. Llévalos al santuario, y que esperen allí. Yo bajaré entonces y te hablaré. Pondré en los ancianos una parte del espíritu que está en ti, para que te ayuden a dirigir al pueblo; así no tendrás que hacerlo todo.¨ Números 11: 16-17 (Traducción en  Lenguaje Actual).
Dios, como siempre queriéndonos ayudar, le permitió a Moisés disminuir sus cargas, enviándole personas a su alrededor para que le ayudaran. Él tenía una preocupación tremenda, pues su intención era cumplir con lo que Dios le había ordenado y ayudar al pueblo de Israel para que llegara a la tierra prometida.
Nosotros también debemos darles la oportunidad a los que nos rodean de que sirvan a Dios; cada persona tiene una cualidad especial que puede ser útil en nuestro grupo de trabajo o ministerio, si las personas son escogidas, pero deben prepararse para tal labor. Es muy difícil ocuparse de todo cuando estamos solos, porque eso nos absorbe gran parte de nuestro tiempo y descuidamos otras cosas. Tengamos en cuenta a aquellos que están listos para colaborar, y más cuando se trata de servirle a Dios, no creamos que todo lo podemos hacer solos.

Hay que ayudar a los demás, pero también hay que dejarse ayudar.

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