sábado, 4 de febrero de 2017

¡No me Gustan los Conflictos!

“Para una buena relación son necesarios los conflictos.”
La palabra conflicto gusta muy poco a la gente. Cuando pensamos en conflictos los relacionamos con situaciones negativas o no deseadas, y lo que procuramos es evitarlos o eliminarlos. ¿Te has puesto a pensar en todos los conflictos que has creado en tu matrimonio, en tu trabajo, en tu familia o en tu negocio...? Y te preguntas “¿Por qué a mí? Si lo único que quiero es ser feliz, tener paz y tranquilidad y siempre acabo en problemas.”
¿Cuáles son los conflictos que tienes hoy?
Se dice que un hombre había naufragado y permanecido en una isla desierta durante casi cuatro años, hasta que un día vio un barco pasar. Corrió hasta el borde de la isla para realizar todo tipo de señales y llamar la atención de la tripulación.
Afortunadamente, el capitán alcanzó a verlo y ordenó que varios miembros de la tripulación fueran a investigar, y a medida que se acercaban a la playa, se maravillaron de lo que vieron.
El hombre había hecho buenas cosas a pesar de los pocos recursos de que disponía.
- “Es increíble”, dijo el líder.
Luego dijo: “Antes de irnos, ¿te importa si mis hombres y yo damos una vista rápida a la isla?”
-“En absoluto”, dijo el náufrago calmado.
En su recorrido por la isla, se dieron cuenta de que había tres cabañas. -“¿Por qué tres cabañas?” preguntó el líder.
-“Yo vivo en la primera“, respondió el hombre. “La segunda es la iglesia a donde voy. Pensé que sería importante tener un lugar de adoración en otra cabaña.”
El líder y sus hombres estaban impresionados. -“¿Y para qué sirve la tercera cabaña?”
-“Oh, eso es la iglesia a la que solía ir.”
Probablemente esto te cause risa, pero aquí vemos que cuando no enfrentamos los conflictos en el matrimonio o en el trabajo, pues nuestra tendencia es huir antes de resolverlos, es porque pensamos que los conflictos son destructivos y hay que eliminarlos.
¿Cómo resuelves tus conflictos en el matrimonio o en tu familia? ¿Cómo resuelves los conflictos laborales?
La manera como evadimos o resolvemos los conflictos habla de nosotros. Es importante entender que los conflictos son parte de la vida mientras estamos vivos. No hay ninguna zona libre de conflictos. Siempre que haya dos o tres personas reunidas, allí encontraremos algún conflicto porque tenemos creencias diferentes. Si en tu vida no hay conflictos es porque vives en otro planeta o estás en el cementerio.
Hay diferentes maneras de resolver los conflictos:
Huyendo del Conflicto. ¿Desaparecerá el problema?
Me quedo quieto. ¿Para qué entrar en conflicto? ¿Vivirá feliz esa persona?
Luchando. “El culpable es el otro y me voy a vengar”.
Mediando. Buscando un término medio para favorecer a una persona.
Armonizando. Interviniendo sobre nuestro carácter y nuestras emociones. Buscando soluciones que sean justas para ambas partes.
Los conflictos difíciles se originan entre creencias diferentes por la resistencia entre ellas. Y es la falta de flexibilidad la que hace que muchas veces no nos podamos desarrollar como personas, y no podamos crecer en nuestro matrimonio o en los negocios. Lo que te detiene para alcanzar el éxito son los conflictos no resueltos, son tus creencias limitadoras, y es en ellas donde el maestro puede ayudarte a buscar nuevas perspectivas para avanzar en el logro de tus metas.
Los conflictos nos ayudan en nuestro crecimiento, siempre será así. El conflicto no es ni bueno ni malo, simplemente es..., es una oportunidad de cambio.
Hoy es el mejor momento para resolver los conflictos que hay en tu vida y convertirte en un pacificador. Elige ser sabio “…la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz.” Santiago 3:17,18 (NVI)

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