“El corazón de Dios late por la salvación de las personas”, es una expresión que describe perfectamente lo que Dios siente por la humanidad.
Él claramente expresa en su Palabra que "quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (2 Timoteo 2:4). Jesús, concluyendo una de sus parábolas, la de la oveja perdida, enfatizó “no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños” (Mateo 18:14).
Para que este deseo de Dios se vea cumplido es necesario e imprescindible que, en su nombre, se proclame el evangelio a cada ser humano que vive en este mundo.
¿Habrá una tarea más importante que ésta? ¿No será la obediencia de su pueblo de cumplir este divino plan lo que más le interesa al Señor? Es indudable que toda La Biblia apunta en esta dirección.
Él claramente expresa en su Palabra que "quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (2 Timoteo 2:4). Jesús, concluyendo una de sus parábolas, la de la oveja perdida, enfatizó “no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños” (Mateo 18:14).
Para que este deseo de Dios se vea cumplido es necesario e imprescindible que, en su nombre, se proclame el evangelio a cada ser humano que vive en este mundo.
¿Habrá una tarea más importante que ésta? ¿No será la obediencia de su pueblo de cumplir este divino plan lo que más le interesa al Señor? Es indudable que toda La Biblia apunta en esta dirección.
Un escritor cristiano ha demostrado cómo los cuatro evangelios ponen de relieve la suprema importancia de la Gran Comisión, haciendo la siguiente observación: Él dice: “Los cuatro evangelios no siempre son cuatro relatos repetidos de las muchas enseñanzas, episodios, temas o acontecimientos importantes de la vida y ministerio de Jesús.
“Por ejemplo, no tenemos cuatro relatos de su nacimiento, tan importante y necesario como fue este acto; mientras solo Mateo y Lucas se refieren al mismo, Marcos y Juan no lo mencionan.
“Tampoco tenemos cuatro relatos de su bautismo y tentación. Mateo, Marcos y Lucas mencionan estos hechos, pero Juan no lo hace. La transfiguración en el monte figura en los tres primeros evangelios, pero no aparece en el de Juan.
“Se puede observar también, que no se repiten en los cuatro evangelios varias de las parábolas de Jesús consignadas por Mateo. Tampoco “el sermón del monte”, la parábola del hijo pródigo, la de los talentos, la de las diez vírgenes, el sermón profético, etc.
“Pero, por el contrario, tomemos nota de esto: Sí tenemos CUATRO RELATOS, uno en cada evangelio, de todos los detalles que tenían que ver con los sufrimientos, muerte y resurrección de Cristo; y también cuatro relatos, de distinta forma y con distinto énfasis en cada uno, de La Gran Comisión.
La misma ordena a sus discípulos ir a predicar el evangelio a todo individuo que viva sobre la tierra, bautizar a los que creen, hacer discípulos y establecer la iglesia en todas las etnias del mundo”.
Es evidente que los últimos tres capítulos de los cuatro evangelios enfatizan mediante su repetición, la suprema importancia del plan divino de salvación y evangelización mundial. Por eso no hay duda de que este es su único plan, que no hay ni habrá otro, y que LO QUE DIOS MÁS QUIERE es que su iglesia, y cada creyente que forma parte de ella, lo lleve a cabo con fidelidad.
“Por ejemplo, no tenemos cuatro relatos de su nacimiento, tan importante y necesario como fue este acto; mientras solo Mateo y Lucas se refieren al mismo, Marcos y Juan no lo mencionan.
“Tampoco tenemos cuatro relatos de su bautismo y tentación. Mateo, Marcos y Lucas mencionan estos hechos, pero Juan no lo hace. La transfiguración en el monte figura en los tres primeros evangelios, pero no aparece en el de Juan.
“Se puede observar también, que no se repiten en los cuatro evangelios varias de las parábolas de Jesús consignadas por Mateo. Tampoco “el sermón del monte”, la parábola del hijo pródigo, la de los talentos, la de las diez vírgenes, el sermón profético, etc.
“Pero, por el contrario, tomemos nota de esto: Sí tenemos CUATRO RELATOS, uno en cada evangelio, de todos los detalles que tenían que ver con los sufrimientos, muerte y resurrección de Cristo; y también cuatro relatos, de distinta forma y con distinto énfasis en cada uno, de La Gran Comisión.
La misma ordena a sus discípulos ir a predicar el evangelio a todo individuo que viva sobre la tierra, bautizar a los que creen, hacer discípulos y establecer la iglesia en todas las etnias del mundo”.
Es evidente que los últimos tres capítulos de los cuatro evangelios enfatizan mediante su repetición, la suprema importancia del plan divino de salvación y evangelización mundial. Por eso no hay duda de que este es su único plan, que no hay ni habrá otro, y que LO QUE DIOS MÁS QUIERE es que su iglesia, y cada creyente que forma parte de ella, lo lleve a cabo con fidelidad.
Trabajemos juntos en el 2017 para llevar adelante lo que para Dios es más importante: LA EVANGELIZACIÓN.
Juntos evangelicemos a nuestros amigos, familiares, compañeros de trabajo y vecinos. Compartamos con ellos la verdad del Evangelio, el amor de Dios y el poder que el Señor tiene para cambiar nuestras vidas, matrimonios y familias.
2 Corintios 5:17 dice: “de modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
“Señor, que todo Hermano comprenda la prioridad absoluta de la evangelización, y se involucre en el cumplimiento de la misma de forma práctica durante el transcurso de este año 2017”.
“Señor, que todo Hermano comprenda la prioridad absoluta de la evangelización, y se involucre en el cumplimiento de la misma de forma práctica durante el transcurso de este año 2017”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario