lunes, 16 de enero de 2017

Candados de amor

SALMOS 106:1… Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre (NVI).
En junio de 2015, en París, se quitaron 45 toneladas de candados de las barandillas del Puente de las Artes. Como un gesto romántico, las parejas grababan sus iniciales en un candado, lo colocaban en la baranda, lo cerraban y arrojaban la llave al río Sena.
0012731048Como este ritual se había repetido miles de veces, el puente ya no podía soportar más el peso de tanto «amor». Por fin, el gobierno de la ciudad, para proteger el puente, quitó los «candados de amor».
El propósito de los candados era simbolizar amor eterno, pero el amor humano no dura para siempre. Hasta los amigos más íntimos pueden ofenderse y no resolver nunca el problema; los parientes, discutir y negarse a perdonar; los esposos y esposas, alejarse tanto que no recuerdan por qué decidieron casarse. El amor humano es inconstante.
Pero hay un amor invariable y duradero: el amor de DIOS. Como afirma el Salmo 106:1: «Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre» (NVI).
Las promesas de este amor inalterable y eterno se encuentran en toda la Biblia. Y su mayor demostración es la muerte de Cristo para que los que creen en ÉL tengan vida eterna. Nada nos separará de Su amor: “Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.“ (Romanos 8:38-39). (NVI)
La muerte y resurrección de Cristo son la medida del amor de DIOS conmigo.
Señor, te doy gracias por tu amor sin fin, al que estoy sujeto por el Espíritu Santo que vive en mí. En el nombre de Cristo, amén.

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