viernes, 17 de junio de 2016

Tiempo de Oración

Años atrás, un anuncio de televisión enfocaba el rostro sonriente de una preciosa joven. Aparecía mirando hacia abajo, ocupada con cierta tarea, aunque no se veía lo que hacía. Mientras desempeñaba su labor, ella oraba. El anuncio hacia énfasis en ocupar tiempo para orar, aunque tuvieran que hacerse otros deberes durante el día.
Cuando el movimiento de la cámara mostró una perspectiva más amplia, se vio claramente que la joven cambiaba el pañal a su bebé.
Es una hermosa ilustración de lo fácil que es para nosotros hablar con el Señor. Puede que le sea difícil apartar un tiempo, aunque breve, cada mañana, pero en el transcurso de las veinticuatro horas del día podemos encontrar unos instantes y dedicarlos a Dios.
Murmuramos y rechinamos, nos enfurecemos y estallamos, hablamos entre dientes y rezongamos, nuestros sentimientos resultan dañados. No entendemos, nuestra visión se nubla más y más, y todo lo que necesitamos es: tener un momento con Él.
La mayoría de nosotros estamos tan ocupados durante el día, que se nos hace muy difícil apartar una porción de tiempo para orar, y no precisamente para una breve plegaria de gratitud, sino unos momentos de genuina comunicación con el Señor.
Dios anhela que tengamos este tiempo juntos, y nosotros lo necesitamos. Hay ocasiones para estar a solas con el Salvador, pero es necesario que con gran empeño las busquemos.
Eclesiastés 3:11
Él ha hecho todo apropiado a su tiempo.

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