Te fuiste mucho antes de lo que nunca hubiese querido.
Es difícil de creer y difícil de aceptar. Es como estar viviendo un sueño del que no despiertas nunca pero que sientes que no es real, y que tarde o temprano alguien llegará y te despertará para decirte que nada era real. Pero no. Lamentablemente sí es verdad. Y no estás aquí.
A veces pienso que estarás al otro lado de la línea cuando llame a tu teléfono, y que responderás tan alegre como siempre, pero luego caigo en la realidad de que solo escucharé el tono de llamada de espera cuando nadie contesta. A veces quisiera retroceder en el tiempo y hacer más largas las llamadas, ésas en las que siempre finalizabas con un mensaje de aliento, un consejo sabio o una palabra amorosa que siempre me demostraba lo que eras: el mejor abuelo del mundo.
A veces pienso que estarás al otro lado de la línea cuando llame a tu teléfono, y que responderás tan alegre como siempre, pero luego caigo en la realidad de que solo escucharé el tono de llamada de espera cuando nadie contesta. A veces quisiera retroceder en el tiempo y hacer más largas las llamadas, ésas en las que siempre finalizabas con un mensaje de aliento, un consejo sabio o una palabra amorosa que siempre me demostraba lo que eras: el mejor abuelo del mundo.
¡Qué pena!, desearía haber aprovechado mejor el tiempo. Haberte escuchado más, haber hecho más duraderos esos abrazos, haberte pedido más consejos. Simplemente, haberme detenido más tiempo para mirarte. Me hubiera gustado tener más tiempo, porque creo que te fuiste demasiado pronto de este mundo. Mucho más pronto de lo que yo esperaba.
Quisiera poder ir a tu casa, verte ahí esperándome tan alegre como siempre y escuchar tus historias de la vida. Preguntarte mil cosas. Preguntarte si pensabas que estaba tomando buenas decisiones, y si tenías algún consejo para darme. Preguntarte qué pensabas de mi nuevo trabajo, qué esperabas de mí. O simplemente llenarme de inspiración escuchando tu experiencia, con esa misma pasión con la que solías contar toda tu vida, detalle por detalle, siempre haciéndote entender que, aunque la vida puede ser dura, siempre se sale adelante.
Sé que siempre estuviste orgulloso de cada uno de mis logros, que siempre estabas dispuesto a apoyarme en lo que fuera, porque para ti valía mucho que yo fuese feliz y que estuviera bien. Hay muchas cosas que tengo que agradecerte. Hay tantas cosas que se quedaron en el tintero y que me quedé sin decirte... En fin, hay tantos triunfos en los que no has podido estar presente,... pero, aún así, eres a quien siempre le dedicaré cada uno de los logros que tengo y que tendré, porque eres, fuiste y serás siempre el mejor, y sé que, aunque me faltó tiempo contigo aquí en la Tierra, siempre estarás conmigo dondequiera que estés.“…Y hasta la vejez yo seré el mismo, y hasta las canas os soportaré: yo os hice, yo os llevaré, yo os soportaré y guardaré…” Isaías 46;4“CORONA DE LOS VIEJOS SON LOS NIETOS, Y LA HONRA DE LOS HIJOS, SUS PADRES”. Proverbios 17;6
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