miércoles, 16 de marzo de 2016

Profundo dolor y pérdida

Hay muchas cosas que nos pueden causar un profundo dolor, como el divorcio, la pérdida de un trabajo, la enfermedad o el óbito de un ser querido., etc. El dolor viene como en oleadas de tristeza que se disipan solo cuando llegan ciclos de sanidad. Reconocer este proceso cuando ocurre en su vida, le ayudará a soportar y aún a crecer a lo largo de esta triste experiencia. Este ciclo de sanidad no siempre ocurre en el mismo orden que viene a continuación, y algunas cosas suceden más a menudo que otras, pero todas son parte natural del proceso de luto. Recuerde que esto es normal y que ayuda mucho buscar auxilio.
-    Impacto inicial: es una intensa experiencia emocional que le puede dejar emocionalmente paralizado.
-    Liberación emocional: tiempo caracterizado por llanto, sollozos y/o sentimientos de profunda tristeza.
-    Soledad y depresión: un sentido de pérdida; la profundidad dependerá de lo dependiente que haya sido de la persona/la gente/las cosas involucradas.
-    Culpa – cuestionar las propias decisiones - “Pude haber hecho más” o “Debí haberlo hecho de otra forma”.
-    Enojo, culpa ajena, hostilidad: “¿Por qué me hicieron esto?” “¿Por qué Dios me hizo esto?”
-    Depresión: un sentido abrumador de apatía y de no poder continuar con la vida.
-    Reconocimiento de la pérdida: entendimiento de lo que perdió. Por ejemplo, quizás no solo perdió el trabajo, sino sus ingresos, su posición y su autoestima.
-    Agradecimiento: si perdió a un ser querido, aprecie los buenos recuerdos y la vida de esa persona.
-    Regreso de la esperanza: “La vida seguirá,” “Puedo lidiar,” o “Dios me sacará de esto.”
-    Regreso a la nueva rutina: aceptar la pérdida y ajustarse a ella.
La Biblia dice: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación” (Mateo 5:4). Dios quiere soportar nuestros dolores, nuestras pérdidas y darnos consuelo, esperanza y aliento. Cuando aceptas a Cristo como tu Señor y Salvador, Él te lleva entre sus brazos a través de este proceso.
También es de mucha ayuda hablar con Dios y con otros, acerca de cómo se siente para que no quede enterrado lo que está dentro. Espere en Dios, quien le va a traer también algo bueno de la situación. Romanos 8:28 dice: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Leer su Biblia y orar a Dios le ayudarán a través de este duro tiempo.

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