jueves, 1 de diciembre de 2016

Una prueba de fe

“-¡Abraham!, lo llamó Dios. 
-Sí, respondió él, aquí estoy.
-Toma a tu hijo, tu único hijo, sí, a Isaac, a quien tanto amas, y vete a la tierra de Moriah. Allí lo sacrificarás como ofrenda quemada sobre uno de los montes, uno que yo te mostraré.
preguntas-para-reflexionar-conoce-las-mejores-para-tu-vida…Mientras caminaban juntos, Isaac se dio la vuelta y le dijo a Abraham: -¿Padre? -Sí, hijo mío, contestó Abraham. -Tenemos el fuego y la leña, dijo el muchacho, ¿pero dónde está el cordero para la ofrenda quemada?
- Dios proveerá un cordero para la ofrenda quemada, hijo mío, contestó Abraham.” Génesis 22:1-2,7-8
No deja de maravillar el nivel de obediencia de Abraham. Él recibió algo que su corazón siempre anheló y por lo que esperó muchos años, y Dios le dice que se lo devuelva en calidad de ofrenda. ¡Qué difícil!
Es de imaginar que el camino a Moriah fue el recorrido más largo que hizo Abraham en toda su vida, y su corazón debía estar destrozado; pero sin quejas ni retardo fue obediente, e hizo lo que su Señor le pidió hacer. Su fe fue probada.
Qué buen ejemplo a seguir para aprender a desligarnos de todo lo pasajero de esta vida. Dios es el proveedor absoluto, Él nos suple todo lo que tenemos. Abandonemos el apego a cualquier cosa o persona que nos quite la primicia de Dios en nuestro corazón.
Imaginemos que ese hermoso coche nuevo que hemos comprado y por el cual esperamos tantos años, Dios nos pida que se lo entreguemos, o ese nuevo empleo con tantos beneficios, Dios nos pida dejarlo para mudarnos del país y comenzar de nuevo. ¿Estaríamos dispuestos por amor y obediencia como lo hizo Abraham? Difícil, ¿verdad?
¿Cómo es nuestra obediencia y nuestra fe? ¿Está la voluntad de Dios en primer lugar en nuestro corazón?
PONGO PRIMERO A DIOS EN MI CORAZÓN Y SU VOLUNTAD POR ENCIMA DE MIS DESEOS.
Amado Señor, deseo hacer tu voluntad en todo tiempo; te ruego que me ayudes a ser obediente sin importar las circunstancias. Quiero que tu perfecta voluntad sea lo primero para mí, porque yo sé que tú me proveerás todo lo que me haga falta, en el nombre de Jesús. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario