domingo, 25 de diciembre de 2016

Navidad: ¡Ve Y Grítalo Desde La Montaña!

Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 2 Corintios 4:3
Durante la temporada navideña estamos maravillados por el hecho de que Dios envío a su Hijo unigénito al mundo. Y Jesucristo dejó el confort del cielo para hacerse cuerpo humano. Lo hizo para que pudiéramos tener una relación con Dios y vida eterna. Es increíble que Dios nos dio la gracia y la libertad sobre el pecado mientras aún éramos pecadores.
navidad-Jesus-EvangelioIncluso con este gran milagro que sucedió en nuestras vidas, muchos de nosotros todavía somos lentos o temerosos en compartir el evangelio a los perdidos. Tenemos miedo de mencionar el nombre de Dios o de Jesús por temor a represalias en el trabajo, rechazo en nuestras relaciones o quizá por perder el respeto en nuestras comunidades. Sin embargo, como creyentes, necesitamos y debemos hablarles a otros acerca de cómo hemos sido transformados de la oscuridad a la luz.
Dios es mayor que cualquier cosa que se interponga en tu camino cuando compartes el evangelio de Jesucristo. Si pedimos a Dios que nos dé discernimiento para decir la verdad, Él nos dará exactamente la sabiduría necesaria para esta labor. El Espíritu Santo nos guiará a decir lo que son semillas de verdad sembradas en los corazones de los perdidos.
Cuando compartimos a otros acerca de Jesús, estamos cumpliendo la misión que estamos llamados a realizar. Mientras vivamos nuestras vidas en pureza, integridad y justicia, incluso los incrédulos sentirán la mano de Dios en nuestras vidas. Depende de nosotros tener el coraje y la fe para compartir el evangelio mientras somos guiados por Dios. Nuestras vidas son un testimonio vivo de su bondad y su gracia hacia nosotros.

Amado Padre, necesito discernimiento y sabiduría para ir y predicar la verdad del Evangelio a los perdidos. Concédeme el coraje de ministrar como Tú me guías. En el nombre de Jesús, amén.

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