viernes, 11 de noviembre de 2016

Forma y mensaje del Antiguo Testamento

“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas.” (Hebreos 1:1) Hace referencia a lo que hoy llamamos Antiguo Testamento. Veremos esta sección de la Biblia, su formación y su mensaje.
¿Cuántos libros tiene el Antiguo Testamento? (39 libros, divididos en Pentateuco, Libros Históricos, Libros Poéticos, Profetas Mayores y Profetas Menores).
¿De qué habla el Antiguo Testamento? Los asuntos principales que trata el AT son: 1) Del “pacto” que Dios hizo con el pueblo elegido, de la historia, personajes y acontecimientos de ese pacto, y 2) Del anuncio, en el futuro, del cumplimiento perfecto del “nuevo pacto” para todas las naciones del advenimiento del Mesías, que sería Jesucristo.
Dios mismo es el principal autor, y Él inspiró a hombres llamados profetas para que dijeran su mensaje. Ellos son los autores de los libros bíblicos.
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Esta parte de la Biblia es la más amplia, y abarca aproximadamente 1500 años de historia bíblica. Vamos a conocer un poco más de estos libros.
1. Escritura
El texto describe una historia larga. ¿Pero recuerdas cuánto tiempo duró escribir el Nuevo Testamento? Todos sus libros se escribieron en menos de 100 años. En cambio, el Antiguo Testamento tardó casi 1000 años en escribirse, tal como lo tenemos hoy. Hay dos etapas en la historia del texto:
a) Etapa de transmisión oral: Durante muchos años no se escribió nada de la historia, todo se narraba. En todas las culturas ha existido este fenómeno de transmisión de su historia. El patriarca de una familia era el que contaba la historia familiar y nacional a las generaciones siguientes. Narrar así la historia tiene un triple propósito: (1) Conocerla, (2) iluminar el presente, y (3) preparar el futuro: se dice que “quien no conoce la historia corre el riesgo de repetirla”. Los patriarcas bíblicos (Abraham, Isaac y Jacob) viven cerca del 2000 antes de Cristo (a.C.), y desde entonces comenzó esta etapa.
b) Etapa de transmisión escrita: Casi a partir del siglo X a.C., se empezaron a escribir los materiales bíblicos. ¿Sabes cuál es el primer libro que se escribió? Se piensa que fue Job. Dejando a un lado el libro de Job, lo primero que se pudo haber escrito son oraciones y cantos que forman parte de otros libros, por ejemplo las siguientes:
• Las palabras de Lamec, descendiente de Caín (Génesis 4:23-24)
• La bendición de Jacob (Génesis 27:27-29)
• El cántico de Moisés y María (Éxodo 15)
Estos cantos fueron incluidos en el texto de la narración histórica.
Moisés es el primer gran autor bíblico (1300 a.C.). Desde entonces, esta etapa escrita duraría unos 1000 años, hasta aproximadamente el 400 a.C., después
 de que historiadores y profetas escribieran el testimonio de cómo Dios se había hecho presente en la historia y cómo había hablado.
2. Lengua
¿En qué idioma fue escrito el Antiguo Testamento? Se escribió casi en su totalidad en hebreo. El hebreo es una lengua muy distinta a la nuestra. Es de otra familia lingüística (nuestro español es de la familia llamada Indoeuropea, mientras el hebreo pertenece a la familia Semítica junto a otros idiomas como el árabe, por ejemplo).
Este idioma se lee al revés del nuestro, de derecha a izquierda. Su alfabeto solo tiene consonantes. Llama la atención que a esta lengua se la ha “resucitado” literalmente, pues ya no se hablaba, y es a mediados del siglo XX cuando se la reconstruyó y ahora es la lengua oficial de Israel.
Los documentos del Antiguo Testamento están escritos con estas letras y a renglón seguido.
3. Manuscritos
Hasta el descubrimiento de los rollos del Mar Muerto en 1947, los manuscritos más antiguos eran del siglo X después de Cristo. Los rollos descubiertos son manuscritos muy antiguos, hasta del siglo III a.C.
Sin embargo, no tenemos los manuscritos originales, ¿por qué? Porque las normas de seguridad que tenían los israelitas con sus escritos eran muy estrictas:
a) Después de un cierto tiempo, se copiaban los rollos y los anteriores eran destruidos quemándolos o enterrándolos.
b) Debía haber un número exacto de letras en cada línea escrita.
c) Cada vez que se escribía el nombre de Dios (o Jehová), el escriba se lavaba siete veces.
d) Si ocurría un error al escribir el nombre, debía comenzarse otra vez a escribir desde el principio.
Como se mencionó cuando se habló del Nuevo Testamento, actualmente tenemos copias de los manuscritos o fragmentos de ellos. Del A.T. no se hicieron tantas copias como del NT, y se ha encontrado que las copias más antiguas conservan casi íntegramente el texto que hemos tenido durante siglos.
4. Canon
El canon o lista de libros autorizados del A.T., se estableció en el 90 d.C. por los mismos rabinos judíos. En esta época, la iglesia cristiana ya usaba la mayor parte de los libros seleccionados gracias a una colección hecha antes, la Septuaginta. Ésta es una traducción del hebreo al griego. Pero la Septuaginta incluía algunos libros no autorizados por la fe judía, aunque pertenecían también a la cultura e historia literaria de Israel. A estos libros se les llama apócrifos o deuterocanónicos. Son los 7 siguientes: Tobías, Judith, Baruc, Sabiduría, Eclesiástico y 1 y 2 de Macabeos.
Estos libros no fueron citados por Jesús y sus seguidores, y en ocasiones hablan de prácticas contrarias a la enseñanza de los demás libros, como la oración por los muertos, encantamientos y la adoración de ángeles. Por esto no aparecen en nuestras Biblias y en algunas, como la versión “Dios Habla Hoy” están en una sección aparte. Las versiones católicas sí los incluyen (casi siempre sin distinción de los otros), debido en gran parte a su tradición y a una reacción ante la Reforma Protestante.
Conclusión
Para algunos, la lectura del Antiguo Testamento es una lectura de triunfos breves y de grandes fracasos en todos los niveles: personales, religiosos y nacionales. Pero junto a esta historia imperfecta se encuentra la preparación a la venida del Redentor perfecto, que está anunciado en sus páginas.
En el Antiguo Testamento se revela el propósito de Dios para la humanidad desde su creación, y la entrada del pecado trayendo el fracaso continuo del esfuerzo humano, pero también mostrando la fidelidad y el amor de Dios, que no deja de llamar a su pueblo a la obediencia y anunciar la futura y perfecta restauración de toda la creación. Este cumplimiento fue posible con la venida del Mesías, de Jesucristo, que se mostró a sí mismo como el cumplimiento de las profecías y del mensaje del AT.
El testimonio del Antiguo Testamento nos inspira a ser fieles a Dios y a obedecerle, con la mirada puesta también en Jesucristo, quien es la revelación perfecta de Dios.
“en estos últimos días (Dios) nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por quien asimismo hizo el universo.” Hebreos 1:2

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