domingo, 2 de octubre de 2016

Riquezas verdaderas

Resultado de imagen de RiquezasPorque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Lucas 12;34
En el funeral del padre de una amiga, alguien le dijo: "Hasta que no conocí a tu papá, no había visto a una persona que disfrutara tanto ayudando a los demás". Cuando murió, dejó un legado de amor. En cambio, una tía de mi amiga consideraba sus posesiones como su legado, y pasó sus últimos años preocupada por quién protegería sus reliquias familiares y sus raros libros.
Con su enseñanza y su ejemplo, Jesús advirtió a sus seguidores de que no acumularan cosas, sino que dieran a los pobres y que valoraran lo que no envejecerá ni destruirá la polilla: Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón (Lucas 12:34).
Es posible que creamos que nuestras posesiones dan sentido a nuestra vida. Sin embargo, cuando el aparato más moderno se estropea o perdemos algo valioso, nos damos cuenta de que lo que satisface y perdura es nuestra relación con el Señor. El amor a los demás y nuestro interés en ellos es lo que no se marchita ni se desvanece.
Pidamos al Señor que nos ayude a ver con claridad qué valoramos, que nos muestre dónde está puesto nuestro corazón y nos ayude a buscar su reino por encima de todo. Buscad, más bien, el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.(Lucas 12:31).
¿Qué cosas valoras? Lee la historia sobre el maná en el desierto en Éxodo 16. Piensa en cómo se relaciona esta historia con las palabras de Jesús a las multitudes en Lucas 12.

Lo que valoramos revela el estado de nuestro corazón.



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