No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová. Jeremías 1;8
Mientras hacía un alto en mi reportaje para una revista, escribí
sobre una persona que se había convertido al cristianismo. De manera drástica,
le dijo adiós a su antigua vida y se aferró a su nuevo Amo: Jesús. Cuando la
revista comenzó a venderse, una llamada anónima amenazó: «Cuidado, Darmani. ¡Te
estamos vigilando! Si escribes historias como ésa en este país, tu vida corre
peligro».
No fue la única vez que me amenazaron por hablar de
Cristo. En otra ocasión, un hombre me dijo que desapareciera con el folleto que
le ofrecía o si no…. En ambos casos, reaccioné como un cobarde, aunque fueron
solo amenazas verbales. Para muchos cristianos, estas amenazas se han
materializado. A veces, los maltratan solo por vivir vidas piadosas.
El Señor le indicó a Jeremías: «a todo lo que te
envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande» (Jeremías 1:7). Y a sus discípulos,
Jesús les dijo: «yo os envío como a ovejas en medio de lobos» (Mateo 10:16).
Quizá enfrentemos amenazas, dificultades y aflicciones, pero Dios promete estar
con nosotros. «Contigo estoy», le dijo a Jeremías (Jeremías 1:8); y a sus
seguidores, Jesús les aseguró: «yo estoy con vosotros todos los días» (Mateo
28:20).
Sea lo que sea que enfrentemos al tratar de vivir
para el Señor, podemos confiar en que Él está con nosotros.
Señor, gracias por estar siempre cerca.
Bienaventurados
los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el
reino de los cielos. - Mateo 5:10
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