miércoles, 7 de septiembre de 2016

Todos tienen la oportunidad de ser discípulos

Marcos 2:13-17
Marcos 2:17 “…Jesús los oyó y les contestó: —Los que necesitan al médico son los enfermos, no los sanos. Y yo vine a invitar a los pecadores para que regresen a Dios, no a los que se creen buenos...”
Objetivo: Que los creyentes desarrollen una amplia compresión del llamado que Dios en Cristo hace, y resuelvan ser comunicadores de esta gran verdad a todos los seres humanos.
I. Alternar el equilibrio
Severiano es un hombre que se considera de lo peor por el estilo de vida que vive, pues es un alcohólico, ladrón, mentiroso, etc. Severiano cree que en el reino de Cristo no hay espacio ni esperanza para que sirva a Dios. Es más, él dice que sus parientes cristianos le han dicho que Dios no tiene ojos para él. Severiano, una y otra vez, ha intentado cambiar por sí mismo, y una y otra vez ha prometido que dejará de beber y que se va hacer hermano.
Resultado de imagen de Todos tienen oportunidad de ser discípulosPor otro lado, Severiano dijo, que algunas veces lo han invitado a reuniones para estudios bíblicos, pero ha percibido rechazo y miradas de sospecha hacia su persona. La última vez que lo invitaron a la iglesia, dijo: “Primero voy a dejar de beber y luego voy a tu iglesia” y remató, pero no quiero que me vean así con esta ropa, pues no tengo ropa buena.
II. Analizar la discrepancia
¿Se interesa Dios en desarrollar un discipulado con personas como Severiano? ¿Le dará una oportunidad Dios, a pesar de cómo vive? ¿En qué lugar buscó Cristo a sus discípulos? ¿Es correcta la apreciación de Severiano acerca de su problema? ¿Tendrá Dios en su palabra propuesta para los Severianos de nuestra sociedad? ¿Quiénes son invitados a ser discípulos? ¿Llama Dios a ser parte de su estructura de discípulos solo a los que pasan tiempo en la iglesia o a los menos piadosos también? ¿Está la iglesia interesada en los Severianos, para ayudarlos a ser discípulos, o solo en los que a la iglesia asisten?
III. Revelando la clave para la solución
Borracho, mujeriego, ladrón, mentiroso, y rechazado, miradas de desprecio quizá sean las palabras claves para comprender el miedo y la desesperanza por ser parte del cuerpo de Cristo, de Severiano. ¿Qué significan estas palabras para nosotros en la iglesia de hoy?
Por definición, podemos decir que un borracho es un egoísta que roba para su vicio, miente y es capaz de matar verbalmente a su madre o hijos con tal de conseguir dinero para satisfacer su vicio, o robar cualquier cosa para venderlo y seguir bebiendo.
Por otro lado, es una influencia enfermiza para nuestros hijos. En consecuencia la iglesia, lo mira mal, se aleja de él, y lo deshecha. Pero, ¿qué hace Cristo ante los que son considerados ladrones, y rechazados por la sociedad? ¿Cuál es su forma de actuar ante los moral y espiritualmente enfermos?
IV. Experimentando el evangelio
Desde las primeras páginas de la biblia hasta sus últimas hojas, vemos como Dios se interesa en los miserables en pecado; Él nos muestra donde busca a sus seguidores para formarlos. Dios no busca en la iglesia o en los recintos consagrados para cultos religiosos. “El busca en el mundo”, Cristo busca a sus discípulos en los lugares cotidianos de vida.
Donde el fraude está, donde la mentira, el rencor, el chisme, el mal genio, donde la inutilidad se pone de manifiesto. Marcos 2:13  “…Después de esto, Jesús fue otra vez a la orilla del Lago de Galilea. Mucha gente se reunió a su alrededor, y él se puso a enseñarles…”
Marcos 2:14  “…Luego, mientras caminaban, Jesús vio a Mateo hijo de Alfeo, que estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo: Sígueme. Mateo se levantó enseguida y lo siguió…”
Cristo busca dentro la gran masa social, al enfermo para trabajar con él, y hacerlo su fiel discípulo.
Por otro lado, los religiosos de aquel entonces; ¿qué pensaban, respecto a la acción de Jesús? Marcos 2:15. Más tarde, Jesús y sus discípulos estaban cenando en la casa de Mateo. Muchos de los que cobraban impuestos, y otras personas de mala fama que ahora seguían a Jesús, también fueron invitados a la cena.
Marcos 2:16  “…Cuando algunos maestros de la Ley, que eran fariseos, vieron a Jesús comiendo con toda esa gente, les preguntaron a los discípulos: —¿Por qué su maestro come con cobradores de impuestos y con gente de mala fama?..”
¿Dónde, la iglesia de hoy, está buscando discípulos para Cristo? ¿Estamos contemplando a todas las gentes al proclamar el mensaje de esperanza?
¿Hay en nuestra Iglesia amor e interés para los Severianos de nuestra sociedad? ¿Estamos buscando discípulos en los peores barrios y colonias?
No olvide que Jesús centró su búsqueda de discípulos fuera de las sinagogas o centros ceremoniales.
V. Anticipar las consecuencias
Tal vez ahora como iglesia podamos entender un poco más lo que Severiano sentía al ser invitado a la iglesia. Quizás ahora podremos tener una mayor aceptación hacia los Severianos que nos visitan, o incrementaremos nuestra búsqueda de discípulos ahí donde cotidianamente nos movemos y vivimos, ya que hemos aprendido que Cristo a todo tipo de gentes invita a ser parte de su reino. Y que Cristo pone su mirada en los que son considerados los menos aptos para tal ejercicio.
Por otro lado, si tú te identificas con el personaje de la narración, Severiano, o con Mateo el cobrador de impuestos, “O traicionero, fraudulento” de la cita bíblica.
No te olvides que Jesús, a ti te está buscando. Jesús está buscando a todos los perversos, a los enfermos para transformarlos. “En Cristo usted tiene una esperanza de cambio, de sanidad moral y espiritual”
Marcos 2:17  “…Jesús los oyó y les contestó: —Los que necesitan al médico son los enfermos, no los sanos. Y yo vine a invitar a los pecadores para que regresen a Dios, no a los que se creen buenos…”

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