jueves, 14 de julio de 2016

Nuestra tarea principal

Inline image 1Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí (Juan 14:6).
Cuando una erudita británica convocó a las religiones del mundo a trabajar juntas para alcanzar la unidad en nuestro planeta, personas de todas partes lo celebraron, indicando que las religiones más importantes compartían la Regla de oro. Ella sugirió: La tarea principal de nuestra época es construir una sociedad donde personas de todas las creencias puedan convivir juntas en paz y armonía.
Jesús citó la Regla de oro en su Sermón del monte: todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos (Mateo 7:12). Y poco antes: Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen (5:44). Sin duda, poner en práctica estos mandamientos cruciales contribuiría en gran medida a la paz y la armonía. No obstante, Jesús llama de inmediato a aplicar el discernimiento, y advierte: Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Mateo 7:15
El respeto a los demás y el discernimiento de la verdad van de la mano. Nuestra responsabilidad es presentar la verdad con amor y respetar las decisiones de los demás, tal como el Señor lo hizo. Ese respeto nos dará la oportunidad de comunicar la verdad de Jesús: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida (Juan 14:6).
Señor, muéstrate hoy a través de mí.
Ama a las personas; ama la verdad.

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