Los pilotos de aviones suelen usar la palabra "actitud" para describir su relación con la tierra. Si su actitud no está correctamente alineada, el avión hará contacto con el suelo en el ángulo equivocado y se estrellará. Para que esto no ocurra usan el "Indicador de actitud", comúnmente denominado "Horizonte artificial", un instrumento de vuelo que muestra la orientación de la aeronave respecto al horizonte.

Malas actitudes
Casi todos podemos reconocer una mala actitud, que a veces se manifiesta con acciones, otras con negatividad, revelida, crítica, intolerancia, impaciencia, falta de voluntad, apatía, desánimo, arrogancia, egoísmo, groserías, etc. Si queremos ser cristianos practicantes y no solo de palabra, debemos rechazar todo tipo de actitudes negativas, porque las actitudes son disposiciones internas que emanan del corazón y de la mente, y el producto de las actitudes sirven como base de nuestras acciones. "Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él" (Proverbios 23:7). De hecho, nadie sabe como son los pensamientos de tu corazón salvo tú y Dios. Como resultado, la actitud es algo que solo tú o Dios pueden cambiar, un cambio que debe producirse en nuestro interior.
Buenas actitudes
Dios nos aconseja que mostremos siempre una buena actitud ante las circunstancias y ante las personas, como así las tuvo Jesús. Que seamos amorosos, positivos, pacíficos, pacientes, benignos, bondadosos, mansos, etc. (Gálatas 5:22-23).
"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad". (Filipenses 4: 8)
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