domingo, 31 de julio de 2016

Corazón Valeroso

Se cuenta la historia de un querido amigo y miembro de una iglesia, que falleció después de una larga vida de amor y servicio.
En el funeral, sus hijos se levantaron uno por uno a contar historias referentes a su padre, y pronto se apreció en ellas un tema en común: que su cualidad más singular y extraordinaria fue su voluntad de servir a otros, sin importar cuál fuera la necesidad.
Era uno de esos hombres siempre dispuestos a tender una mano, hacer un favor, algún trabajo peculiar, o simplemente ofrecer un transporte en coche a alguien. Una de sus hijas mencionó que a dondequiera que se dirigía, llevaba consigo una caja de herramientas y un par de vestimentas de mecánico en el maletero del coche, “por si acaso alguien necesitaba alguna reparación”.
Muchas veces, cuando escuchamos la palabra “coraje”, pensamos en actos heroicos en períodos de crisis. No obstante, en nuestra vida cotidiana no debemos pasar por alto la valentía de simplemente, estar ahí. Las vidas cambian cuando con fidelidad proveemos para nuestras familias, cuidamos de los ancianos, o prestamos atención a un amigo en dificultad. Persistir en hacer de este mundo un mejor lugar para vivir es también una expresión de coraje.
Albert Schweitzer, el gran misionero cristiano, doctor y teólogo, fue una vez interrogado en una entrevista. Le pidieron que mencionara el nombre de una gran persona viva en la actualidad. De inmediato respondió: “La persona más genial del universo es aquel individuo que de incógnito, en este mismo instante, acude en amor a socorrer a otro”.
Mientras pasa tu día, recuerda que podrías ser el héroe de alguien.
3 Juan 1:5
Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario