sábado, 11 de junio de 2016

El increíble potencial humano

El potencial humano es algo verdaderamente asombroso, algo que la religión no lo revela abiertamente. Se le puede considerar como “la dimensión perdida del conocimiento vital”.
En Samaria vivían los samaritanos. Sucedió que en el año 722 y 587 a.C., los judíos sufrieron cautiverio (2 Reyes 17:1821-24). Y al unirse en matrimonio con pueblos extranjeros se originaron los samaritanos.
Muchos de ellos se olvidaron de Jehová y comenzaron a creer en los dioses de la religión de Babilonia, basada en misterios. Precisamente en Hechos 8 se habla de uno de los jefes religiosos de esta religión, Simón el mago.
Poco después de fundada la iglesia sobrevino una gran persecución (Hechos 8:1). Simón el mago se hizo bautizar junto a la multitud de personas que creyeron en Jesús. Más tarde, ofreció dinero a Pedro y Juan intentando comprar el Espíritu Santo, y lógicamente, fue rechazado y reprendido (Hechos 8:20).
Esto dio inicio a una tergiversación del evangelio, y muy probablemente, alrededor del año 70 d.C. ya no se predicaba igual. 100 años más tarde, la historia muestra el origen de un cristianismo distinto al establecido por Jesús. Las ciencias babilónicas basadas en el misterio se habían infiltrado en el cristianismo, y la verdadera enseñanza de Jesucristo había sufrido modificaciones.
Pablo recuerda a los gálatas que no se dejasen arrastrar por un evangelio diferente (Gálatas 1:6-7).
A los tesalonicenses les dice que ya está en acción el misterio de la iniquidad (2 Tesalonicenses 2:7). Falsos ministros habían llegado a perturbar también a los corintios (2 Corintios 11:2-4; 13-15). Igualmente, otros apóstoles también se dieron cuenta de esto (2 Pedro 2:1-31 Juan 2:42:19Judas 3:4, 8, 11-13). Ahora bien, ¿Entonces, en qué consiste el verdadero evangelio? Lo que Jesucristo comenzó a proclamar (Marcos 1:14,15), que fue el evangelio del reino de Dios. Miremos otros pasajes: Lucas 4:43; 9:1-2Mateo 4:23; Lucas 8:10; Hechos 1:2-3.
Antes de que ascendiera al cielo, los discípulos le preguntaron algo en Hechos 1:6: —Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Más tarde los vemos predicando ese mismo evangelio (Hechos 8:4, 12; 19:8; 20:25; 28:30, 31). A los gálatas les exhortó a no seguir un evangelio diferente (Gálatas 1:8,9).
Pues bien, ¿qué es el reino de Dios? Un reino tiene por lo menos cuatro cosas: un rey, un pueblo, un territorio y un sistema de leyes. El evangelio de Jesucristo tiene que ver entonces, con el establecimiento del reino de Dios sobre la Tierra.
Muchas veces no comprendemos bien el hecho de que a pesar de que la humanidad haya sido dotada de facultades mentales realmente increíbles y asombrosas, al mismo tiempo viva sumida en la ignorancia espiritual.
De hecho, miremos nuestro vibrante siglo XXI, con tanto adelanto tecnológico pero ni una sola respuesta a los problemas más comunes de la humanidad.
Es hora de encontrar esa dimensión perdida del conocimiento vital, y de enfrentarnos al gran potencial humano que tenemos, gracias a Dios. Precisamente ese gran potencial se utilizará en su totalidad cuando Jesús retorne por segunda vez.
Veamos brevemente en qué tiempo se desarrolla ese potencial venidero. La Biblia habla de tres mundos:
  • El primero es el mundo antiguo (2 Pedro 2:5; 3:6);
  • El segundo es el presente siglo malo, el mismo que empezó con el diluvio y finalizará con la segunda venida de Cristo (Gálatas 1:4);
  • El tercero es el mundo venidero, el cual comenzará con el retorno de Jesucristo y el establecimiento de su reino sobre la Tierra, y se prolongará toda la eternidad (Hebreos 2:5).
Este último pasaje citado, empieza hablando del mundo venidero, pero en los versículos 6-7 cita a David, como en el (Salmo 8:4-6), el mismo que habla del dominio actual del hombre. Luego, a partir de la segunda línea del versículo 8, empieza a hablar del increíble y glorioso potencial del hombre en el mundo venidero. Afirma que el hombre ha de tener dominio sobre todo el universo, con todas sus incontables galaxias y planetas.
El versículo 9 dice que solo Jesucristo ha recibido este honor hasta el momento. Los verdaderos creyentes confiamos que somos coherederos con Cristo en todo (Romanos 8:17Tito 3:7Romanos 8:29Romanos 8:19-21).
No puede haber pasajes más asombrosos, maravillosos y sorprendentes como estos, que hablan de algo tan estupendo que es imposible captarlo a la primera lectura. De hecho, ése es el verdadero potencial maravilloso que tendremos.

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