Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad. Marcos 13: 35-37.
El Jefe de la Estación intentó prevenir al maquinista y evitar así una tremenda tragedia. Las luces de nada sirvieron porque el conductor se había quedado dormido. Por un trecho largo todos los que estaban en la máquina se habían dormido, ajenos al peligro, y fue necesaria una acción violenta para que el conductor despertara.Los hijos y las hijas de Dios Creador van de viaje a la tierra que fluye leche y miel, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde el asfalto de las calles es de oro. Les aguarda ser hombres nuevos, y nunca más sabrán de llanto ni dolor, (estas son algunas cosas con las que se van a encontrar en el cielo). Las palabras del Señor manejando el tiempo, indican que se debe velar las veinticuatro horas del día, o sea que de continuo el corazón debe estar en estrecha relación con Dios. La maldad está dando frutos por doquier, es tiempo entonces de velar porque se acerca el día en que sonará la trompeta final, y los que han permanecido fieles serán arrebatados para estar con el Señor para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario