viernes, 1 de abril de 2016

Razón de ser

Todo lo que ocurre en nuestras vidas tiene su razón de ser.
Elige tu actitud. La que escojas determinará tu vida.
Los pensamientos negativos no tienen poder si no
se los damos.
Haz una lista de las cosas con las que Dios te haya bendecido
y tenla siempre a mano para leerla cuando te asalten
pensamientos negativos.
En toda vida hay bastante de bueno y de malo
-una buena medida de tristeza y de felicidad,
de alegría y dolor- como para encontrar una base
razonable que justifique el optimismo o el pesimismo.
Uno mismo decide si va a reír o llorar,
a bendecir o maldecir,
la perspectiva que tendrá de la vida. Si mirará al cielo con
esperanza
o al suelo con desesperación.
La actitud optimista no es un lujo, sino una necesidad.
La manera en que uno mira la vida determina su estado de ánimo,
cómo se desempeña en sus actividades y lo bien que se lleva con los demás, y a la inversa. Los pensamientos, actitudes
y expectativas pesimistas se nutren de sí mismos.

Se vuelven profecías que por su propia
naturaleza se cumplen.
El pesimismo crea un mundo deprimente
en el que nadie quiere vivir.
Solo hay una cosa más fuerte que una actitud negativa:
una actitud positiva.

Jerome K. Jerome fue un escritor inglés. Su padre murió cuando él tenía 12 años.
A los 14 se vio obligado a trabajar para mantener a su madre y su hermana. Su vida se volvió aún más difícil cuando murió su madre. Tras pasar por muchos empleos, terminó haciéndose escritor. Y no de relatos tristes; fue un célebre humorista.
Se dedicó a escribir obras divertidas para levantar el ánimo a los lectores. Él, que tuvo tantas dificultades en sus primeros años, afirmó:
"Lo que fortalece es la lucha,
no la victoria".
Si quieres cambiar de actitud,
pide al Señor que te revele
el lado bueno, la ventaja,
el aspecto favorable o positivo
de toda circunstancia.
Todo lo que ocurre en nuestras vidas tiene su razón de ser.
El Cielo siempre ayuda. Si te asaltan pensamientos
negativos y no puedes evitar una mentalidad
desesperanzada, pide al Señor que te revele el lado bueno
de lo que te ocurre.

La Biblia afirma en Romanos 8:28:
A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados.
¿Amas a Dios? En este caso, ¡esta promesa va dirigida a ti!
Jesús puede ayudarte a ver que no hay mal que por bien no venga. ¡No dejes que esos males ensombrezcan tu vida por mucho tiempo!

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