lunes, 4 de abril de 2016

La verdadera limpieza

“..¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra…” Salmos 119:9 
¿Cómo podemos permanecer puros en un ambiente impuro, puedes preguntarte. Vivir en tiempos como estos ha sido la lucha de todo cristiano. Desde que nos levantamos de la cama todo son luchas, nuestra carne quiere y nos pide cada día de comer, siempre nos lleva la contraria. Y siendo joven es aún más difícil vivir en una sociedad en la que el libertinaje se ha convertido en la gran herramienta del mundo.
Cuando empecé a caminar con el Señor todo a mi alrededor se puso en mi contra, tentaciones por doquier, oportunidades que se me presentaban de las que me asombraba,... antes no se me presentaban tantas oportunidades como cuando me dispuse a caminar con Dios, era realmente difícil mantenerme fiel.
Actualmente es lo mismo y creo que incluso más duro viendo como se ha modernizado todo. Las grandes distracciones y el modernismo han llevado al joven cristiano contra la pared, lo han llevado a tomar decisiones extremas, y la presión de los amigos y grupos han limitado que los jóvenes caminen con Dios y le obedezcan. Realmente, ¡qué difícil es ser cristiano!, y puede que alguna vez también tú digas lo mismo.
Cuando quería caminar con Dios la carne siempre se me oponía, las tentaciones estaban a la puerta tocándome. Esto sucede cuando quieres buscar a Dios. Amigos o amigas comienzan a llamarte, gente que ni te acordabas ya de ellos los ves, el diablo comienza a levantar todos esos escombros para atraer tu atención, alguna joven o joven que no te hizo caso en el pasado ahora te llama… ¿sí o no? Todo lo viví en carne propia.
Aunque ser joven es lo más maravilloso que nos puede pasar, más maravilloso fue cuando conocí al Señor, cuando comencé a conocer amigos y amigas cristianas que participaban en eventos cristianos; estas cosas nos ayudan en nuestro crecimiento.
Y ser joven cristiano no es difícil, lo malo es que te aferras a esta palabra: “creo que no puedo”. Podemos ser puros en este mundo impuro, ¿cómo hacerlo?
Perseverando, orando, guardando la palabra, desechando lo malo y ocupando nuestra mente con versículos bíblicos. El paso más difícil es decirle al Señor, "yo quiero". Muchos no lo hacen por temor a dejar todo lo que tienen, educación, fama, dinero, profesión,... pero tienes que saber que Dios no te pedirá algo que no puedas hacer, y si quieres ser un soldado de Jesucristo tendrás que ir aprendiendo a decirle NO al mundo y a tus deseos.
Cuando nos esforzamos en seguir a Dios, el mundo se nos opone. Cuando tratamos de adentrarnos más en Dios, nuestra naturaleza carnal se resistirá. Cuando tratamos de elevarnos más con Dios, las potestades y poderes demoníacos que habitan en los aires nos declaran la guerra.

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