miércoles, 27 de abril de 2016

¿Dónde menciona el Antiguo Testamento a Cristo?

Hay muchas profecías en el Antiguo Testamento acerca de Jesucristo. Algunos intérpretes cuentan por cientos las profecías Mesiánicas aquí escritas. Aquí van aquellas que están consideradas como las más claras e importantes. 
Con respecto al nacimiento de Jesús: Isaías 7:14 “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” Isaías 9:6 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.” Miqueas 5:2 “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.”

Concerniente al ministerio y muerte de Jesús: Zacarías 9:9, “Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén, he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.” Salmo 22:16-18 “Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.”


La profecía más clara acerca de Jesús, y definitivamente la más extensa, está en todo el capítulo 53 de Isaías. Isaías 53:3-7 “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.”

Isaías 50:6 describe con precisión los golpes que Jesús soportó. Zacarías 12:10 predice la lanza que “traspasó” el corazón del Mesías, y que ocurrió después de que Jesús murió en la cruz. Hay muchos más ejemplos que pueden proporcionarse, pero estos son suficientes. D
efinitivamente, el Antiguo Testamento profetizó la venida de Jesús como el Mesías.



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