jueves, 18 de febrero de 2016

Lucha contra la adicción

adicciones
1 CORINTIOS 10:13  “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero DIOS es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir”.
Enrique era consciente de que luchaba contra una adicción. Sus amigos y familiares lo animaban para que la abandonara, y él estaba de acuerdo en que era lo mejor para su salud y sus relaciones personales, pero decía que no podía. Cuando otros le contaban cómo habían dejado sus malos hábitos, contestaba: "me alegro por ti, pero yo no puedo. Ojalá nunca hubiera caído en la tentación. Quiero que DIOS me quite ya mismo las ganas de seguir cayendo en esto".
En algunos, puede producirse una liberación inmediata, pero la gran mayoría se enfrenta a una lucha diaria. Aunque no siempre entendemos el porqué de que la tentación no se vaya enseguida, podemos recurrir al Señor ante cualquier situación que enfrentemos. Es más, quizá esta sea la parte más importante de nuestra lucha: aprender a dejar nuestros esfuerzos inútiles, para depender completamente de DIOS.
Jesús también fue tentado; por eso entiende lo que sentimos y se compadece de nuestras luchas. Entonces, podemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4;16 DIOS también usa a otras personas, incluso a profesionales capacitados, en quienes podemos apoyarnos durante la recuperación.
Sea cual sea la lucha que enfrentemos, estemos convencidos de esto: DIOS nos ama más de lo que imaginamos y es fiel para socorrernos.
No somos tentados por ser malos, sino por ser humanos.
Señor, Padre Celestial. Me acerco a ti, para dejar a tus pies todos mis esfuerzos inútiles de dejar de lado la adición que me domina y depender solo de ti. Gracias, Señor. En el nombre de Cristo, amén. 

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