Mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar. Salmo 31:10
El Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en la fe, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. Romanos 15:13
En la década de los 90, cuando la Biblia pudo entrar más libremente en Rusia, miles de rusos renunciaron al ateísmo para volverse a Dios. Un profesor universitario, antes ateo, hizo la siguiente declaración: "Traté de dar un sentido a mi vida mediante mis investigaciones científicas, pero nada pudo satisfacerme verdaderamente. Los científicos que conozco también sentían un vacío. Cuando trabajaba en la astronomía vi la grandeza del universo y sentí un vacío en mi alma. Entonces empecé a leer la Biblia y ella llenó poco a poco el vacío de mi corazón. Es la única fuente de confianza para mi alma. Cuando acepté a Jesús como mi Salvador, encontré la paz y la felicidad".
El cristiano, feliz de conocer a Dios como su Padre, sabe que sólo Él responde a las necesidades más profundas del corazón y da un verdadero sentido a su vida. Dios no promete una vida sin dificultades a los que se vuelven a Él, pero sí asegura su apoyo a los que mantienen una relación personal con Él. El Dios todopoderoso, que ideó y creó el universo, desea tener una relación estrecha y personal con cada ser humano. Nuestro Creador se preocupa por cada uno de nosotros, y por ello envió a su Hijo Jesucristo a la tierra para salvarnos.
Él se interesa en usted como si fuese el único ser que creó. Todavía hoy le interpela mediante su Palabra: “Mirad a mí, y sed salvos” (Isaías 45:22).
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7).
El Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en la fe, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. Romanos 15:13
En la década de los 90, cuando la Biblia pudo entrar más libremente en Rusia, miles de rusos renunciaron al ateísmo para volverse a Dios. Un profesor universitario, antes ateo, hizo la siguiente declaración: "Traté de dar un sentido a mi vida mediante mis investigaciones científicas, pero nada pudo satisfacerme verdaderamente. Los científicos que conozco también sentían un vacío. Cuando trabajaba en la astronomía vi la grandeza del universo y sentí un vacío en mi alma. Entonces empecé a leer la Biblia y ella llenó poco a poco el vacío de mi corazón. Es la única fuente de confianza para mi alma. Cuando acepté a Jesús como mi Salvador, encontré la paz y la felicidad".
El cristiano, feliz de conocer a Dios como su Padre, sabe que sólo Él responde a las necesidades más profundas del corazón y da un verdadero sentido a su vida. Dios no promete una vida sin dificultades a los que se vuelven a Él, pero sí asegura su apoyo a los que mantienen una relación personal con Él. El Dios todopoderoso, que ideó y creó el universo, desea tener una relación estrecha y personal con cada ser humano. Nuestro Creador se preocupa por cada uno de nosotros, y por ello envió a su Hijo Jesucristo a la tierra para salvarnos.
Él se interesa en usted como si fuese el único ser que creó. Todavía hoy le interpela mediante su Palabra: “Mirad a mí, y sed salvos” (Isaías 45:22).
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7).
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