sábado, 2 de enero de 2016

Un Padre generoso con sus riquezas

Esta es una historia anónima que puede o no ser verdadera, pero sin duda útil. 
un padre generosoEl protagonista iba pidiendo de puerta en puerta por un camino de la aldea, cuando un coche dorado apareció a lo lejos como un sueño magnífico. Se preguntaba, maravillado, quién sería ese Rey de Reyes. Sus esperanzas volaron hasta el cielo y pensó que sus días malos habían acabado. Se quedó aguardando unas limosnas espontáneas, tesoros desparramados por el polvo.
La carroza se paró a su lado. Lo miró y bajó sonriendo. Y él sintió que la felicidad de la vida había llegado, ¡al fin! Y de pronto, Él le tendió su diestra diciéndole: ¿Puedes darme alguna cosa? ¡Qué ocurrencia de Su naturaleza! ¡Pedirle algo a un mendigo!  Estaba confuso y no sabía qué hacer. Luego sacó despacio de su saco un granito de trigo y se lo dio. Pero qué sorpresa la suya cuando al vaciar, por la tarde, el saco sobre el suelo, encontró un granito de oro en la miseria del montón. ¡Qué amargamente lloró por no haber tenido voluntad de dárselo todo. 
Compartida la historia, leí en su Biblia lo siguiente:

Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová. Proverbios 22:4 

Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 2de Corintios 9:6;7.

Se confunde, muchas veces, la acción de dar con ofrendas y diezmos. El dar es una actitud del corazón como compromiso importante de la Iglesia, pero también alcanza al prójimo. Santiago expresa que no es bueno despedir al que no tiene con qué cubrirse o alimentarse, sin antes suplir sus necesidades (Santiago 2:15,16). Pablo, enseña que hay dos actitudes para el dar: primero, dar con tristeza, o sea, le duele al dador desprenderse, y segundo, dar por necesidad, una especie de trueque con el Señor, “yo doy pero Tú me das”. Tarde entendió el mendigo de la historia, que para recibir plenamente los dones del cielo, sean espirituales o materiales, hay que darlo todo. Entendamos que dar no se trata solo de dinero, que lo es, sino que también implica una entrega absoluta al Señor Jesús, con humildad y temor de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario