Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado. Salmo 119:50
Si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. 1 Juan 3:20
Si este es el escenario de tu vida, significa que estás sumergido en una grave depresión. Quizá has intentado mucho salir de ella, quizá tus amigos y familiares hacen todo lo posible por ayudarte, y quizá hasta has estado con cuidados médicos; pero una cosa es segura: tu depresión solo podrá ser erradicada por Dios.
Esta situación depresiva es parecida a la de Pedro cuando estuvo preso. Encerrado en una cárcel, excesivamente custodiado por cuatro grupos de guardianes que no le dejaban salir. Pedro estaba sin salida aparente y solo era cuestión de tiempo para que lo mataran. Necesitaba una ayuda sobrenatural, solo un milagro lo sacaría a flote; él estaba en aquel lugar húmedo y oscuro; mas no obstante, puso su confianza en alguien que no le fallaría. Dios envió un ángel a su rescate; sin embargo, Pedro tuvo que hacer su parte: "Levántate pronto". Y las cadenas se le cayeron de las manos. Le dijo el ángel: "Cíñete y átate las sandalias. Él lo hizo así. Y le dijo: "Envuélvete en tu manto y sígueme".
Pedro tuvo que levantarse, ponerse sus sandalias, envolverse en su capa para salir de allí guiado por aquel ángel. Esto quiere decir que en nuestra situación depresiva no debemos solo quedarnos ahí tirados, envueltos en lamentos.
No acaricies más la depresión…. levántate, arrodíllate, dilo en voz alta o piensa en ello, pero toma una acción, clama a Dios a ayudarte, dale la oportunidad de obrar en tu vida.
Comienza reconociendo delante de Dios tu estado y tu impotencia de salir de él.
Así que no esperes un día mas, ahí donde estás, en este preciso momento, clama a Dios por la liberación de tu alma:
A ti clamo, Señor, y te digo: “Tú eres mi refugio; tú eres todo lo que tengo en esta vida.” Presta atención a mis gritos, porque me encuentro sin fuerzas….. Sácame de mi prisión para que pueda yo alabarte. Salmos 142: 5-7
Amado Padre, Tú eres poderoso en gran manera, no hay quien haga maravillas como Tú. Tú creaste los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella, porque para ti no hay nada imposible. Te rogamos por la persona que está sufriendo de depresión, te clamamos para que lo liberes, rompe las cadenas que le atan a la tristeza, abre las puertas que le tienen cautivo y sácalo de ese pozo de tristeza y desesperación para que pueda alabarte. Dale fortaleza para que pueda venir a tus pies reconociendo su estado actual y que también reconozca tu poderío y majestad sobre cualquier problema. Señor, sabemos que cuando Tú inicias una obra la culminas por encima de todo. Confiamos en ti Señor, por Cristo Jesús. Amén.
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