domingo, 20 de diciembre de 2015

Preparándonos para el final

La justicia y la santidad no son asuntos de un día, son una lucha continuaGénesis 7;1 “Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque solo a ti he visto justo delante de mí en esta generación.”
No siempre el fin es la culminación de todo. Puede ser el final de una etapa brillante para comenzar otra mejor. Muchas personas muy buenas consiguen grandes logros, alcanzan sus metas, pero muy difícilmente las sostienen. Porque en ocasiones llegar a la cúspide es fácil, lo difícil es mantenerse.
Por lo general, los seres humanos siempre nos preparamos para conseguir metas, no para mantenerlas.
Primero debemos saber que por cada siete cosas buenas solo hay una mala. El problema es que siempre preferimos ver lo bueno más que las cosas malas. Tu esposo(a) y tus hijos, tienen muchas cosas buenas, disfrútalas y no te amargues mirando lo malo de ellos.
Dios es bueno y en su misericordia, nos da tiempo para organizarnos. No desperdiciemos el tiempo en cosas inservibles. Verso 4 “Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice.”
Las necesidades deben servirnos para acercarnos a Dios y para buscar la forma de superarnos día a día. Por el diluvio, Noé tuvo la necesidad de entrar en el arca. Verso 7 “Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé al arca, y con él sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos.”
Todos nos preparamos para el nacimiento y muy pocos lo hacen para la muerte. Prepararnos para la muerte no significa resignarnos a ella, significa preparar nuestra vida para que nuestra muerte no se convierta en carga para los demás.
La Biblia nos registra ejemplos de siervos de Dios desorganizados, que después de su muerte dejaron a su familia con deudas y con muchos problemas. 2 Reyes 4: 1 “Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo, mi marido, ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos.”
Dios nos manda poner nuestra vida en orden. 2 reyes 20: 1 “En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.”
Prepárate el final de cada etapa de nuestra vida porque ésta termina pronto. La etapa en la que tus hijos son niños, jóvenes o están solteros terminará pronto, disfrútalos mientras están contigo.
Nuestra vida matrimonial será siempre una luna de miel, si aprendemos a prepararnos para el final de cada una de las etapas que lo conforman. Los 20, los 40, los 50 o cualquiera que sea tu edad es una etapa maravillosa si la sabes disfrutar.
Toda etapa de nuestra vida, sea buena o mala, pronto terminará, prepárate para comenzar la que sigue.

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