jueves, 31 de diciembre de 2015

El árbol del agradecimiento

El cierre de año suele ser una época en la que realizamos balances de lo que fue el año que se va, en la que deseamos cerrar procesos e ir forjando el camino que nos conducirá hacia el cumplimiento de nuestras metas, anhelos o sueños en el año venidero. También es la perfecta ocasión para dar gracias.
el arbol de agradecimiento
Tuve la oportunidad de realizar un cierre de año académico para docentes de un colegio, y en medio de los balances de cómo les fue en lo que realizaron, tuvimos varios momentos especiales. En un primer momento, jugamos y nos reímos muchísimo, lo que relajó el ambiente y permitió ser capaces de activar toda la atención. Luego realizamos un ejercicio para activar la imaginación, que generó diversas emociones que resultaron muy “sanadoras”; y en un tercer momento, pensamos en aquello por lo cual quisiéramos dar las gracias, que podía ser por un hecho, una acción o algo tan abstracto como la felicidad o la paz.
Es innegable que cada uno de nosotros tiene al menos una razón por la cual dar gracias este 2015, y pese a que el año aún no finaliza, estamos muy cerca de su final, es época de regalos y sorpresas para la gente. Resulta impresionante de creer que aún antes de volver a celebrar unas Navidades, ya contamos con un regalo que nos hace ser inmensamente agradecidas.
No es sorpresa para nadie que en Navidad se conmemora el cumpleaños de Jesús, aunque no así se celebra. Y es cierto, se compran regalos para los seres queridos, se realizan celebraciones que unen a la familia y que permiten pasar un tiempo juntos; sin embargo, lo que se supondría que deberíamos celebrar no lo hacemos al ciento por ciento.

En esta y cualquier Navidad no olvidemos celebrar el verdadero centro de estas fechas: el nacimiento de Jesús. Gracias al nacimiento de Jesús tenemos posibilidades de dar las gracias, y gracias a Su existencia sentimos que nuestro año vale la pena y que aún hay razones para alegrarnos. Cuando lleguen las próximas 00:00 horas del día de Navidad, además de abrazarnos y entregar los regalos, démosle gracias a Dios por el nacimiento de Jesús y por todo lo que hemos podido experimentar durante estos meses, igual que lo hicimos con los profesores de antes; que en vez de colgar adornos navideños en el arbolito, escribamos en un papel un motivo por el cual dar gracias y lo pongamos como adorno; que en algún momento hagamos una pausa para darle gracias a Dios, y podamos crear nuestro propio árbol del agradecimiento.

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