martes, 8 de diciembre de 2015

Bendición y maldición

Proverbios 18:21 La muerte y la vida están en poder de la LENGUA, Y el que la ama comerá de sus frutos. La bendición y la maldición son resultado de lo que dice nuestra lengua: hablamos bien (bendición, bien decir) o hablamos mal (maldición, mal decir). La Biblia enseña que la lengua tiene PODER, y se puede dar vida o muerte con las palabras. La BENDICIÓN es una oración a favor, mientras la MALDICIÓN es una oración en contra. La bendición es una acción benéfica, pero la maldición es una obra maléfica. Cuando alguien expresa rencor, ira, venganza, celos, burlas, desprecio… y maldice a alguien, está enviando sobre esa determinada persona exactamente lo que siente. Muchos se refieren a este fenómeno como “mala onda, mala energía, mala suerte, maldad encarnada, espíritu malo, embrujo, encantamiento, maldición…” De la misma manera, si se tiene sentimientos buenos y se declara palabras buenas, se estará enviando solo cosas buenas hacia la persona, esto es: bendición.
HAY ASESINOS EN LA IGLESIA DE JESUCRISTO
1º Juan 3:15 Todo aquel que aborrece a su hermano es HOMICIDA; Y sabéis que ningún HOMICIDA tiene vida eterna permanente en él.
Aborrecer al hermano = homicida (asesino). Si alguien aborrece al hermano y está sintiendo cosas muy malas hacia él, estos sentimientos no son inspirados por el Espíritu de Dios, sino por la maldad del corazón del hombre y por la infiltración de demonios. Aborrecer es lo mismo que odiar, despreciar, desconsiderar, rechazar, anular, ignorar, desear que no exista, no querer verla ni escucharle, no querer saber nada de la persona, no tenerla en cuenta… resumiendo: aborrecer a alguien tiene muchos niveles de sentimiento y gravedad, pero si no se detiene la maldad, ésta llegará al extremo de desear la muerte del otro o llegar a pensar que si estuviera muerto sería mejor. Marcos 12:30 Y AMARÁS al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 12:31: Y el segundo es semejante: AMARÁS a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.

El mandamiento correcto y verdadero insiste en que solo hay lugar para el AMOR, cualquier otro sentimiento se sale de la voluntad de Dios para sus hijos y para su Iglesia. Al tener sentimientos y pensamientos de rechazo o muerte hacia alguien, también se declaran palabras de esa categoría. Además, la persona a la cual se aborrece observa una serie de actitudes negativas hacia ella que la maltratan, y deterioran gravemente la relación. Incluso aquellas personas que están en la distancia, con las cuales no se tiene contacto directo, están recibiendo sobre sus vidas esa espiritualidad maligna enviada por quienes las aborrecen y maldicen. Juan 13:35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, Si tuviereis AMOR los unos con los otros. El verdadero fluir del Espíritu Santo está fundamentado en el AMOR. Si se envía maldición sobre el hermano, se le está enviando espíritus demoníacos, se le está haciendo la guerra espiritual, se está debilitando al hermano en su alma-espíritu-cuerpo y ayudando a Satanás a vencerlo. Por eso es pecado de homicidio, y tiene que ver primeramente con la muerte espiritual, corriendo grandes riesgos de sufrir también la muerte física. ¡Cuidado! Se puede dar vida o se puede llegar a matar a una persona, solamente con desearlo y declararlo. Hay casos de ello.
LA PALABRA TIENE PODER ESPIRITUAL
Juan 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las PALABRAS que yo os he hablado son ESPÍRITU y son vida. Jesucristo enseña y explica que la palabra es espíritu. Él dice: las palabras que yo os he hablado - refiriéndose a lo que había dicho anteriormente en el relato bíblico. Pero observando detenidamente las palabras del Maestro, aquí también nos revela y confirma un gran misterio del reino: significa que LA PALABRA DECLARADA es un PODER ESPIRITUAL que puede dar VIDA o MUERTE, exactamente como se expresa en Proverbios 18:21. Es el resultado externo (visible) que expresa el poder interno (invisible) de la espiritualidad. Esta regla espiritual de DECLARAR LA PALABRA y ACTIVAR EL ESPÍRITU se aplica a: - la Palabra de Dios en la boca de Jesucristo; - la Palabra escrita en La Santa Biblia que es El Verbo de Dios; - la Palabra de Dios en boca de un cristiano; - la profecía, la alabanza, la oración, la intercesión; - y cualquier palabra dicha por boca de cualquier persona (creyendo, con fe).

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