El grado de su relación con Dios va a estar determinado en su mayor parte, por la relación que usted tenga con otras personas. La gente influye en nuestras vidas, no lo podemos evitar, ya que como seres humanos somos criaturas sociales. Entonces, la influencia de las personas que permitimos en nuestro círculo se verá reflejada en las decisiones que tomamos. Por ejemplo, nadie se casa con alguien que no conozca.
Y las personas con las que nos rodeamos a diario son las que nos influencian más. Y también están las personas que vemos en la televisión, ¡claro está! La razón por la que un estilo de vestir puede propagarse a través de una nación en tan poco tiempo, es porque somos influenciados por lo que vemos y oímos.
Ahora ya, como un nuevo Cristiano, usted está enfrentándose al reto de cómo tratar con las relaciones que usted ya tiene. Probablemente esté pensando ahora en esto: “¿Cómo les digo a mis amigos, a mi familia o a mi cónyuge, quienes aún no han recibido la salvación, lo que me acaba de pasar?”
Probablemente debería decirles algo como esto: “¿Sabíais que mucha gente recibe su salvación como resultado de que alguien les habló sobre su experiencia con el señor Jesús?” Lo más importante es entender que no todos al principio le van a felicitar por su nueva vida. No se sienta defraudado porque algunos de sus viejos amigos se vayan a alejar de usted. Consiga nuevos amigos con personas que ya son cristianas, y que aman a Jesús con todo su corazón.
La iglesia está llena de gente como usted que puede respaldarlo y apoyarlo. Búsquelos. No se sienta aislado para que el diablo no lo desanime. Él le dirá que nadie se preocupa por usted, cosa que no es verdad. Si sus amigos o los miembros de su familia oyen que usted ya es salvo, y usted les habla de la salvación, y ellos reciben al Señor como su salvador personal, ¡maravilloso!; pero no se decepcione si ellos no vienen al Señor inmediatamente. Agréguelos a su lista de oración. Ellos van a llegar al Reino de Dios más tarde o no...., pero no permita que influyan en su decisión de caminar con el Señor. Usted ahora es un discípulo de Jesucristo; ya no es alguien que vive sin un propósito; ni tampoco una persona que está siendo manipulada por la opinión de otros, ¡usted ahora es un hijo de Dios!, lo que debería motivarle lo suficiente para que busque un grupo de amistades cristianas, con las cuales usted se pueda sentir apoyado. Comience ahora mismo.
Una de las mejores maneras de hacer esto, es que usted se envuelva sirviendo en un ministerio. Dios tiene un llamado para usted, y la mejor forma de encontrar su llamado especifico, es empezando a servir como voluntario en algún ministerio de la iglesia a la cual usted pertenece. ¿Qué le gusta?: ¿Cantar?, ¡únase al coro! ¿Niños?, sirva en el ministerio de niños. ¿Ayudar a la gente rea?, hay un ministerio de Prisiones, programas de comida y ministerios de la calle. Si usted se lo propone, encontrará algo para hacer en la iglesia. Recuerde esto: nadie (incluyéndolo a usted) recibió su salvación para quedarse sentado. Todos hemos sido salvos para servir, y su satisfacción más grande será encontrar su lugar e involucrarse.
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