miércoles, 28 de octubre de 2015

Adversidad u Oportunidad.

¿Hay algo imposible para los que creen?
Se casó en México a los 16 años de edad, pero antes de terminar la adolescencia se encontró divorciada y con dos hijos.
Estaba decidida a proveerles una vida digna y satisfactoria a sus hijos, así que embaló todas sus posesiones terrenales en una pequeña maleta y cruzó la escabrosa frontera con Texas.
El primer puesto de Romana fue en una lavandería, trabajando a razón de un dólar por día. Con 7 dólares en el bolsillo se fue a los Ángeles y aceptó todos los trabajos que podía hacer, y poco a poco, mes a mes, ahorró hasta juntar 400 dólares, dinero que usó para comprar una pequeña tienda para hacer tortillas con sus hijas.
Esa tienda se convirtió posteriormente, en 2, 5, 10 sucursales y luego en "Productos Alimenticios Mexicanos La Romana". La empresa de ventas de comida mexicana más grande al por mayor que tiene Norteamérica. Creció de una empresa de dos personas a una de cientos de empleados.
Tras haber logrado la seguridad económica de sus hijos, Romana volvió su atención hacia sus compatriotas mexicanos americanos.
Decidió, entonces, establecer un banco para servir a esa comunidad: El Banco Nacional Panamericano de los Ángeles comenzó con una pequeña oficina, y a pesar de muchos desafíos, creció al extremo de que sus recursos están estimados en más de 200.000.000 de dólares. El poder de un sueño.
Había todavía más para esta soñadora valiente. Romana pasó de banquera a convertirse en la trigésimo cuarta ministra del tesoro de su nación. Su firma aparece en miles de millones de dólares de la moneda estadounidense. Pasó de ser una madre soltera que ganaba un dólar por día, a ser una de las figuras más poderosas de su nación. Ese es el poder de un sueño.
Lo importante no es lo que le pasa, sino cómo lo afronta.
Para llegar a la tierra prometida tendrás que pasar por el desierto. Todos nos enfrentamos a obstáculos, problemas y retos en nuestros caminos. Y una de las decisiones más importantes que tomamos es cómo respondemos a ellos y los vemos. Mira lo que la Biblia dice sobre los problemas: “Amados hermanos, están ustedes afrontando muchas dificultades y tentaciones. Alégrense porque la paciencia crece mejor cuando el camino es escabroso, déjenla crecer, no huyan de los problemas, porque cuando la paciencia alcanza su máximo desarrollo, uno queda firme de carácter, perfecto, cabal, capaz de afrontar cualquier circunstancia.” Santiago 1:2-4
Escalones  hacia el éxito
Seguramente dirás: ¿cómo puedo alegrarme en los problemas?, no me parece lógico... Cuando tu mirada cambia y pasas a ser un tipo de observación poderosa, podrás ver detrás de cada dificultad una oportunidad, una oportunidad que va a fortalecer tu carácter y hacer de ti alguien mejor, entrenado y fortalecido.
Los árboles cerca de los ríos son frondosos, pero se caen fácilmente porque su raíz no es profunda. Sin embargo, los que crecen en las zonas áridas tienen raíces profundas y difíciles de arrancar; no mueren con facilidad.
Los problemas crean en ti un carácter firme, te hacen alguien que depende más de Dios, doblegan tu orgullo, te hacen más sensible a la necesidad de Él y más visionario. Forjan en ti un carácter. Un hombre con 20 retos tiene el doble de viveza que uno con 10. Si no tienes retos debes arrodillarte y decir: “Señor, ya no confías mí”. 
Qué importa tener problemas. Eso es bueno, porque las constantes victorias sobre los problemas son los escalones hacia el éxito. Dé gracias por sus problemas porque si fueran menos difíciles, alguien con menos habilidades tendría su trabajo. Un hombre de éxito jamás verá el día que no contribuya con una fresca cuota de problemas, y la marca del éxito es lidiar con ellos con eficacia.
El problema  como virtud
Nunca será la persona que puede ser si la tensión o la presión se eliminan de su vida. No gastes energías para que luego te desalientes por demostrar a otros que no tienes problemas; a veces vas a tener demoras temporales.
 Si comienzas a encontrarte con algunos obstáculos en el camino, no te preocupes, por lo menos no estás en un bache, las circunstancias no te deben dominar.
Puedes medir a un hombre por la cantidad de oposición que se requiere para desalentarlo. Mientras más oposición tengas y más difícil sea desalentarte, tu carácter será el carácter de un hombre más fuerte.
Cuando las aguas comiencen a subir, sube con ellas, ve por encima, no por debajo. “Los obstáculos en nuestros caminos pueden pinchar llantas espirituales. Las interrupciones en nuestra vida, parecen ser un desastre pero terminan cambiando la dirección de nuestra vida de una manera significativa y nos llevarán hasta el éxito.”
La verdad es que si descubres un camino sin obstáculos, es probable que no te conduzca a un lugar importante, ni relevante, ni mucho menos significativo. La adversidad del hombre siempre es definida como la oportunidad de Dios, la adversidad da luz a la oportunidad. Jesús dice: “En este mundo tendrán sufrimiento pero cobren ánimo. Yo he vencido al mundo.”
¿Cuál es la diferencia entre un obstáculo y una oportunidad? Nuestra actitud. Cada oportunidad tiene una dificultad y cada dificultad es una oportunidad. Enséñame a alguien que haya hecho algo que valga la pena y yo te enseñaré a alguien que ha vencido la adversidad.
El sentido del ganador
Si usted reconociera que la vida es difícil las cosas le serían mucho más fáciles.
Una de las características más comunes del ganador es un poderoso sentido de destino. Sabe hacia dónde se dirige.”
No hay ningún hecho más alentador que la verdad incuestionable del hombre, de elevar su vida por medio del esfuerzo consciente”.
Pero por encima de estos pensamientos, está lo que la Biblia dice: “No nos cansemos pues de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.” Gálatas 6:9.
Si en algún momento se siente tentado a detenerse, piense en la vida de aquellos que al parecer, fueron derrotados por las circunstancias o por los errores que cometieron en la vida, y sin embargo, no se quedaron en la lona lamentándose o culpando a los demás por sus desgracias, no; tenían en su corazón una visión que los despertaba cada mañana, una firme decisión de lograr su sueño.
Medite en este pensamiento: “Prefiero fracasar en una causa que a la larga tendrá éxito, que tener éxito en una causa que a la larga fracasará.”
¿Cuál es tu propósito?; ¿cuál es tu sueño?
Cada problema contiene la semilla de su propia solución: si no tienes problemas no consigues semillas. En cada serpiente se encuentra el veneno, y en el veneno está el antídoto; prepárese para las adversidades, son su gran oportunidad, viva de tal manera que pueda decir: gracias a Dios he tenido una vida llena de retos y desafíos.
Esfuérzate y hazlo.

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