¿Quién es la esposa de un líder? ¿Es la esclava? ¿Tiene que estar en todas las actividades de su esposo? ¿Tiene que servir siempre a la gente? ¿Tiene que estar bien vestida y saber hablar? ¿Es la madre que tiene que abstenerse de ciertos placeres por estar con los hijos? ¿Tiene que complacer los caprichos del esposo, incluyendo las exigencias sexuales que él le hace?
La esposa del líder es simplemente una mujer.
Dios nos hizo así, simplemente mujeres. Nos dio el sexo femenino con la capacidad para ser las mujeres que Él ha querido que seamos en la vida. Nos creó para grandes cosas y para alabanza de Su gloria.
La esposa de un líder necesita saber su valor:
- Como mujer. Descubre quién eres, para qué estás en esta tierra, cuál es tu potencial y lánzate a la aventura de ser la mujer que Dios destinó que fueras.
- Como esposa. Y dijo Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. (En Hebreo EZER, Kenedog) que significa auxilio, socorro. La esposa necesita entender cuál es su posición dada por Dios, su rol, ser una mujer que apoya a su esposo pero que también se le opone cuando él se sale de los principios de Dios, y que le respeta en su posición de hombre, de cabeza del hogar.
- Como madre.
Herencia del Señor son los hijos, cosa de estima el fruto del vientre. Salmos 127.3
Amar a sus hijos incondicionalmente, no hacer comparaciones entre ellos, respetar sus puntos de vista, expresar amor hacia ellos cada día, ponerlos ante el altar de Dios , y recordar que no podemos cambiar a nadie; soltarlos y dejar que Dios haga Su obra en cada uno de ellos.
- Como sierva de Dios.
- Como sierva de Dios.
Entender que Dios está más interesado en lo que estamos llegando a ser que en lo que estamos haciendo, y para esto se requiere mantener una comunión íntima con Dios, meditar en Su palabra, escuchar y obedecer Su voz.
¿Cuáles son sus dones, su ministerio, habilidades?
Dios forma a las personas a través de sus fundamentos, aún antes de nacer. (Jeremías, llamado desde el vientre de su madre para ser profeta). Usa personas, eventos y circunstancias para hacer llamados específicos. ¿Qué cosas te satisfacen al realizarlas, y te sientes segura y feliz? Decide por ti misma qué es lo que quieres hacer para Dios, y no permitas que nada ni nadie te lo impidan.
Eres una mujer especial y estás en esta tierra con un propósito, Dios te creó para grandes cosas. Desarrolla tu potencial y da lo mejor de ti para honra de Dios.
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