Dios nos ha llamado con 3 propósitos: ser Salvos, Santos y Siervos. Romanos 11:29.
Las desviaciones surgen cuando no tenemos en cuenta los propósitos por los cuales Dios nos ha llamado.
Crisis de Identidad.
Se produce cuando no entendemos la trascendencia de nuestro llamado, parecería que no tenemos biografía ni destino.
Moisés experimentó crisis de identidad; a los 40 años de edad no sabía si era egipcio o hebreo. Hechos 7:22-29.
Moisés experimentó crisis de identidad; a los 40 años de edad no sabía si era egipcio o hebreo. Hechos 7:22-29.
Falta de Espíritu de Servicio.
Cuando nos desviamos del llamamiento divino, buscamos nuestros propios intereses, nos desesperamos por ser protagonistas, manipulamos a los demás y nos servimos de ellos.
Falta de Santidad.
Toda una generación del pueblo hebreo fue eliminada en el desierto por falta de santidad.
Dios los llamó para ser el pueblo santo, separado y consagrado para Dios, pero ellos experimentaron desviaciones que nos dejan lecciones a considerar: I Corintios 10:6-11. (5 desviaciones que experimentó el pueblo de Israel).
1. Codicia. Es bueno tener sanas aspiraciones, pero no debemos codiciar cosas malas. Proverbios 21:26. - I Timoteo 6:10. - Éxodo 20:17.
2. Idolatría. Cuando algo ocupa el lugar de Dios impera la idolatría, pueden ser los ídolos, los falsos dioses, el dinero, el sexo, la familia, los deportes, el ministerio, la iglesia, etc. Éxodo 32:1-14. - I Juan 5:21. - Colosenses 3:5.
3. Fornicación. La inmoralidad viene como consecuencia de la idolatría. El pueblo hebreo se dejó seducir por las moabitas y hubo una mortandad espectacular. Números 25:1-9.
3. Fornicación. La inmoralidad viene como consecuencia de la idolatría. El pueblo hebreo se dejó seducir por las moabitas y hubo una mortandad espectacular. Números 25:1-9.
La fornicación también incluye relaciones sexuales con prostitutas. I Corintios 6:16-18.
4.- Tentar al Señor. El pueblo hebreo confrontó a Dios.
Cuando provocamos a Dios lo estamos desafiando, y las consecuencias se reflejarán en el ministerio. Dos manifestaciones son: el pecado de desconfianza y el pecado de ingratitud.
5.- Murmuración. El mal hábito de hablar en perjuicio de alguien es un pecado que refleja nuestra falta de administración adecuada de la lengua. El pueblo de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, y más de 14.000 hebreos murieron. Números 16:41-50
Pero....Los Agentes de la Santidad
1. El Espíritu Santo. – II Tesalonicenses 2:13.
2. La Palabra de Dios. - Efesios 5:25-26. Jesús, en su oración sacerdotal, dijo: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.” Juan 17:17. Una de las formas visibles de la influencia de la Palabra de Dios santificando nuestras vidas, es afectando nuestra manera de pensar. El proceso es de adentro hacia fuera, no al contrario. Las maneras de alcanzar santidad por ejemplo, alargando el vestido, dejándose el cabello largo, hablando de manera mística, son por lo general, solo apariencias, solo formas de aparentar santidad.
3. La Fe. El proceso de santidad será tan efectivo como lo permita nuestra fe. Sin fe es imposible agradar a Dios, y el ministerio depende del grado de fe que tengamos en el Señor. Hechos 26:18.
4. La Sangre de Jesús. Hebreos 13:12. La sangre de Jesús nos redime del pecado, pero también nos santifica.
Que el canto de las sirenas mundanas no desvié nuestra atención del Maestro, ni el ministerio que Dios nos ha designado se frustre por desviaciones como las que el pueblo de Israel experimentó, y que son lecciones vigentes para nosotros.
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