viernes, 3 de julio de 2015

Tus Decisiones

No tomes decisiones en base a tus emociones o motivaciones, tómalas en base a la convicción de la palabra de Dios.
El presente que estás viviendo, es el resultado de las decisiones que tomaste en tu pasado, y el resultado de tu futuro será el producto de las decisiones que tomes en tu presente. Una decisión nos separa de experimentar beneficios de parte de Dios, o tragos amargos de los cuales nos arrepentiremos.
Todos los días nos enfrentamos a tomar decisiones ante situaciones que se nos presentan pero, hablándote a ti, ¿en qué te basas cuando tomas una decisión? ¿En tu experiencia?, ¿en arriesgarte? o ¿en la palabra de Dios? Frecuentemente, solo hacemos lo que pensamos y no pensamos debidamente, en lo que vamos a hacer; es decir, no meditamos en cuáles serán los beneficios o consecuencias que traerán las decisiones que estamos tomando.
No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal… Proverbios 3:7
Muy pocas veces tomamos decisiones basadas en la convicción de la palabra de Dios; la mayor parte de ellas lo hacemos basados en nuestra experiencia, y otras muchas veces arriesgándonos.
¡Cuántas veces, en nuestro pasado, tomamos decisiones que sabíamos perfectamente, que iban a traer consecuencias que íbamos a lamentar!; pero aun así lo hicimos, y sin embargo, lo difícil no es haberlo hecho, sino seguir haciendo lo mismo. También tomamos decisiones apresuradamente, sin meditarlas, y como consecuencia, perdemos lo que tanto trabajo nos costó edificar.
Pero ya es tiempo de que empecemos a usar la sabiduría de Dios y no la nuestra. Es tiempo de que empieces a tomar decisiones basado en tus convicciones y no en emociones o estados de ánimo, que traerán como consecuencias, heridas y dolor.
No tomes decisiones en base a tus emociones o motivaciones, tómalas en base a la convicción de la palabra de Dios la cual nunca cambia.

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