Hace más de dos milenios
en una aldea cualquiera,
nació quien en vida fuera
errante predicador.
Esto se descubrió
cuando sumaba los treinta.
No tuvo casa, ni renta,
ni secundarios estudios,
y la fuerza de su puño
para golpear no sirvió.
Filosofía cedió
mezclando bondad y ciencia,
y con su humana presencia
a la muerte sepultó.
Jamás un libro escribió,
ni en opulencias andaba,
ni ante reyes se postraba,
ni familia conformó.
Mas por pública opinión,
por tan fiero carcelero
quedóse solo primero,
y luego crucificado.
Veinte siglos han mediado
entre Jesús y este día,
a quien tomaron por guía
los corazones humanos
Todas las guerras que hubo,
todo buque en todo tiempo,
todo avión que pudo al viento
con sus alas navegar,
todos en cada lugar
y en cada espacio asignado,
parlamentos soberanos,
ejércitos y feudales,
reunidos por sus afanes
en un todo excepcional,
jamás pudieron obrar
en la mente de los hombres,
lo que obró siendo tan pobre
esta única existencia .
No... no fue un hombre más... era Dios ... es Dios.
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