viernes, 12 de junio de 2015

¡Mejora!

“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.  (Filipenses 3:13-14)
Sean pocos o muchos, todos tenemos detalles que mejorar en nuestras vidas. El que desea mejorar es porque no está conforme, es porque ambiciona más y porque sabe, en su interior, que tiene potencial para lograr u obtener mejores cosas. Quien desea mejorar no se queda atascado en la arena de la playa, sino que se sumerge en aguas más profundas que lo lleven a descubrir los tesoros escondidos que hay dentro de su ser.
Pablo decía: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Porque para poder avanzar hay que olvidarse, de lo nada interesante, del pasado y proyectarse hacía lo que se quiere en el presente y en el futuro. Hay que enfocarse en el objetivo que se quiere lograr para llegar hasta la meta que se desea.
Porque a veces, el pasado y los temores de lo sucedido son grandes gigantes que impiden nuestro crecimiento. La memoria de las cosas malas que nos acontecieron, se convierte en un estorbo que nos suele detener y nos estanca. Y si el agua se estanca no podrá correr. De la misma manera pasa con nosotros, que si nos estancamos, lamentablemente no podremos fluir. Por lo tanto, querer mejorar es desear superarse. Y superarnos es ir más allá de nuestros propios límites, porque es desafiar a la conformidad.
Mejorar es extenderse. Extenderse es engrandecerse, crecer, conquistar. Es lanzarse e ir más allá. Y si queremos mejorar, nuestras vidas deben girar en torno al propósito que Dios tiene para con nosotros. Porque de Él proviene toda inspiración, los sueños y la fuente de todas las cosas hermosas y el verdadero éxito. Sentir la paz, el gozo y el amor fluir por todo tu interior, es algo que no tiene precio y que, por más que se intente expresar, no hay palabras suficientes para describirlo.

Dios siempre nos inspirará a ser mejores de lo que somos. Él siempre procurará el bienestar para nuestras vidas, porque su palabra dice que sus pensamientos son de bien y no de mal.  Maravilloso es saber que Dios, como Padre, nos acompañará en todo el trayecto y hasta el final del camino, por lo que no debemos temer. Debemos tomar fuerza, impulso e ir por el logro o los sueños que Dios sopló sobre nuestro corazón.  Porque si están guardados dentro de ti es porque Él sabe que tienes el potencial para lograrlos. ¡Anímate, pues hoy es un día determinante y precioso para que avances hacia aquellas cosas que quieres conquistar!

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