lunes, 1 de junio de 2015

Los sentimientos no son para decidir, son para sentir

Tomar decisiones a la ligera suele conllevar consecuencias, y realmente, consecuencias importantes. Las consecuencias de una mala decisión siempre se sufren; la toma de una decisión tendrá un resultado favorable o no.
sentir no decidirSomos humanos, y por lo tanto sentimentales; de hecho, si Dios no hubiera querido que tuviéramos sentimientos nos habría creado sin ellos, pero algo que también es cierto es que Él nos dio dominio sobre ellos para saber usarlos, enfocarlos y controlarlos para amar y ser amados, pero no para tomar decisiones.
Una de las principales causas de tomar una mala decisión es dejarse guiar por los impulsos porque son engañosos; ya sea que estemos muy felices o muy enojados al decidir, lo mejor es pensar las cosas en momentos de tranquilidad, lo que se llama pensar con la cabeza fría.
Sin lugar a dudas, Dios nos ha llenado de muchas cualidades, como la sabiduría y dominio que hay escondidos muchas veces detrás de nuestros sentimientos, y éstos no deben conducirnos a tomar una decisión porque, tarde o temprano, tendrá sus consecuencias y si estas son negativas resultarán dolorosas.
No empeores más tu situación tomando decisiones equivocadas basadas en el sentimiento del momento, busca siempre la dirección de Dios y pide su sabiduría. Si de algo se agrada Él es de ser tenido en cuenta cuando se puede hacer algo, y no después cuando se está en medio de las consecuencias. Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. Proverbios 2:6
No busques sentimientos para tomar decisiones, busca dirección para encontrar la correcta, ¿te enojaste?, no decidas aún. ¿Estás feliz?, tranquilo, no te comprometas aún. Espera el momento de calma, deja que Dios te hable y su sabiduría te dirija a la decisión que debes tomar. Entonces será la mejor.

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