“El justo sirve de guía a su prójimo; mas el camino de los impíos les hace errar.” Proverbios 12:26
Muchas veces, por ser cristianos, pasamos momentos amargos, como ser objeto de burla y menosprecio de nuestros familiares, amigos y/o compañeros de trabajo. Ellos no entienden bien que seamos cristianos fieles a Dios y que vivamos una vida diferente, honesta, pura y santa.
Lo increíble es que esas personas que siempre se están burlando de nosotros, cuando están atravesando problemas y dificultades, son los primeros que vienen a buscarnos para recibir un consejo o pedirnos oración. En el fondo de su ser, a pesar de no querer arrepentirse y venir a los pies del Señor, reconocen que tenemos algo poderoso en nosotros que ellos necesitan.
Pues bien, esta es una buena oportunidad para demostrarles el amor del Señor, y ayudarlos dentro de nuestras posibilidades.
Humanamente hablando, no merecen que les prestemos ayuda, pero si respondemos con las armas espirituales de la verdad ellos quedarán impactados por nuestra ayuda, lo que será una puerta abierta para mostrarles que nuestro cristianismo no es solo de palabras sino de acciones concretas.
Intenta servir de guía a tu prójimo. Es una hermosa manera de testificar del poder y el amor del Señor.
Señor, tus caminos son mejores que los míos. Decido en este día responder con ayuda y servir de guía para aquellos que, una y otra vez, me han estado molestando. Dame de tu Gracia para bendecirlos. Lo haré en tu Poderoso Nombre. ¡Gracias, Jesús! Amén.
Muchas veces, por ser cristianos, pasamos momentos amargos, como ser objeto de burla y menosprecio de nuestros familiares, amigos y/o compañeros de trabajo. Ellos no entienden bien que seamos cristianos fieles a Dios y que vivamos una vida diferente, honesta, pura y santa.
Lo increíble es que esas personas que siempre se están burlando de nosotros, cuando están atravesando problemas y dificultades, son los primeros que vienen a buscarnos para recibir un consejo o pedirnos oración. En el fondo de su ser, a pesar de no querer arrepentirse y venir a los pies del Señor, reconocen que tenemos algo poderoso en nosotros que ellos necesitan.
Pues bien, esta es una buena oportunidad para demostrarles el amor del Señor, y ayudarlos dentro de nuestras posibilidades.
Humanamente hablando, no merecen que les prestemos ayuda, pero si respondemos con las armas espirituales de la verdad ellos quedarán impactados por nuestra ayuda, lo que será una puerta abierta para mostrarles que nuestro cristianismo no es solo de palabras sino de acciones concretas.
Intenta servir de guía a tu prójimo. Es una hermosa manera de testificar del poder y el amor del Señor.
Señor, tus caminos son mejores que los míos. Decido en este día responder con ayuda y servir de guía para aquellos que, una y otra vez, me han estado molestando. Dame de tu Gracia para bendecirlos. Lo haré en tu Poderoso Nombre. ¡Gracias, Jesús! Amén.
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