Pero, ¿cómo es un amor extraordinario?
Para tener un matrimonio extraordinario, necesitamos amar de manera extraordinaria, lo que significa practicar el amor conyugal, esto es una vida centrada en el bien del otro. La Biblia nos enseña como:
1. Amar a nuestro cónyuge, aunque éste no demuestre amor: "Si ustedes aman solamente a quienes los aman a ustedes, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los pecadores se portan así. Lucas 6:32 (TLA)
2. Hacer todas las cosas para que nuestro cónyuge sea feliz, aunque él no lo haga con nosotros: “Y si hacen bien solamente a quienes les hacen bien a ustedes, ¿qué tiene eso de extraordinario? También los pecadores se portan así.” Lucas 6:33 (TLA)
3. Dar a nuestro cónyuge todo de nosotros, aunque no recibamos nada a cambio: “Y si dan prestado solo a aquellos de quienes piensan recibir algo, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores se prestan unos a otros, esperando recibir unos de otros.” Lucas 6:34 (TLA)
Este amor extraordinario no se basa en sentimientos o romanticismo, es un acto de voluntad, una batalla entre mis deseos y mi obediencia a Dios. Es practicar lo que Dios quiere que hagamos por nuestros enemigos: Pagar con gentileza aunque quieran dañarnos.
¿Cómo lograr amar a mi cónyuge extraordinariamente? Esta clase de amor no proviene del corazón humano, egoísta y demasiado orgulloso. Este amor sólo puede provenir de un milagro que ocurre en nosotros, cuando aceptamos a Cristo como Salvador y Señor: Su amor se derrama en nuestro corazón.
“Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” Romanos 5:5.
Actos extraordinarios: una batalla de cada día.
Tomar la decisión de amar por encima de las circunstancias, nos enfrentará a una batalla diaria de perdón y misericordia ante los actos desconsiderados de nuestro cónyuge. La oración será el medio por el cual recibimos nuevas fuerzas y la sabiduría adecuada, para actuar con un verdadero amor conyugal. Estos actos fuera de lo común, con el tiempo producirán cambios en nuestro cónyuge, pues nadie puede permanecer indiferente a sentirse amado de esta manera.
Tomar la decisión de amar por encima de las circunstancias, nos enfrentará a una batalla diaria de perdón y misericordia ante los actos desconsiderados de nuestro cónyuge. La oración será el medio por el cual recibimos nuevas fuerzas y la sabiduría adecuada, para actuar con un verdadero amor conyugal. Estos actos fuera de lo común, con el tiempo producirán cambios en nuestro cónyuge, pues nadie puede permanecer indiferente a sentirse amado de esta manera.
¿Por qué amar extraordinariamente?
Por su recompensa: ser llamados hijos del Altísimo. Porque todo aquel que cree que es hijo de Dios debe parecerse a Él, pues “Dios es amor”.
“Ustedes deben amar a sus enemigos, y hacer bien, y dar prestado sin esperar nada a cambio. Así será grande su recompensa, y ustedes serán hijos del Dios altísimo, que es también bondadoso con los desagradecidos y los malos. Sean ustedes compasivos, como también su Padre es compasivo.” Lucas 6:35-36 (TLA)
¿Ha pensado alguna vez que Cristo le entregó a usted un amor extraordinario? Aún siendo enemigo de Dios y sin ninguna razón para recibir sus beneficios, le amó profundamente, muriendo en una cruz por causa de su pecado y así poder reconciliarlo con el Padre Celestial.
“Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero.” 1 Juan 4:19
La Gracia que Dios da a Sus hijos y la llenura de Su Espíritu Santo, nos capacitan para que nuestra voluntad se incline a procurar el bienestar del cónyuge y no el nuestro. Quién sabe si con el tiempo y la perseverancia, nuestro cónyuge llegará a amarnos extraordinariamente, porque nosotros lo amamos extraordinariamente primero.
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