“Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará,” Mateo 24:12 NVI
“Pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.” Mateo 24:13 NTV.
Es necesario que nosotros, los cristianos permanezcamos firmes y siempre dispuestos a hacer la obra que se nos ha encomendado, para que ese amor que Jesús demostró muriendo en la cruz del calvario y que ha sido colocado en nuestros corazones, en nuestras vidas, no se apague sino que continuamente se avive y trascienda a los demás, que ese fuego derrita esos corazones de hielo y empiecen a encenderse con el fuego del Espíritu Santo y de la presencia de nuestro Rey. Dios no nos ha escogido para escondernos ni para rendirnos, sino para que cada día Él crezca más en nosotros, y llegar hasta la meta, hasta cumplir nuestro propósito en esta tierra.
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3:13-14 RVR1960.
Quizá te hayas enfrentado a muchas batallas que pudieron hacer que tu fe menguara, que además, te hicieran sentir que ya no puedes más y que sintieras desfallecer y dejarlo todo, pero debes dejar todas esas cosas atrás, dejar el pasado en el pasado, levantarte como soldado de Cristo que has sido llamado y escogido, y comenzar a renovar tus fuerzas, a sacudirte y proseguir hasta la meta, puestos los ojos en Jesús.
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.”
Hebreos 12:2-3 RVR1960
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