jueves, 14 de mayo de 2015

Corazón Valeroso

Se cuenta la historia de un querido amigo y miembro de la iglesia, que falleció después de una larga vida de amor y servicio.
En el funeral, sus hijos se levantaron uno a uno a contar historias referentes a su padre y pronto se pudo observar un tema en común: que su singular y más extraordinaria cualidad fue su voluntad para servir a otros, sin importar cuál fuera su necesidad.
Era uno de esos hombres siempre dispuestos a tender una mano, a hacer un favor, algún trabajo peculiar, o simplemente ofrecer un transporte a alguien. Una de sus hijas mencionó que a dondequiera que se dirigía, llevaba consigo una caja de herramientas y un par de vestimentas de mecánico en el maletero del coche, “por si acaso alguien necesitaba alguna reparación”.
Es muy frecuente, cuando escuchamos la palabra “coraje”, pensar en actos heroicos en períodos de crisis. No obstante, en nuestra vida cotidiana, no debemos pasar por alto la valentía de estar ahí, simplemente. Aún más, las vidas cambian cuando con fidelidad, proveemos para nuestras familias, cuando cuidamos de los ancianos, o cuando prestamos atención a un amigo en dificultad. Persistir en hacer de este mundo un lugar mejor para vivir, es definitivamente una expresión de coraje.
Albert Schweitzer, el gran misionero cristiano, doctor y teólogo, fue una vez interrogado en una entrevista. Le pidieron que mencionara el nombre de una gran persona viva en la actualidad. De inmediato respondió: “La persona más genial en el universo, es aquel individuo que de incógnito, en este mismo instante, ha acudido en amor a socorrer a otro”.
Mientras se desarrolla tu día, recuerda que podrías ser el héroe de alguien.
3 Juan 1:5
Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos.

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